Las pompas están opacando a los abdómenes planos.
Los glúteos son nuestro grupo de músculos más grande y casi cada movimiento que hacemos con el cuerpo inferior requiere de su activación. Y, citando lo obvio, unas pompas firmes y levantadas son sexis.
Pero las pompas son más difíciles de ejercitar de lo que uno creería. Para empezar, muchas mujeres padecen de algo llamado “amnesia gluteal,” una condición dónde los glúteos se comportan como si nunca los hubieran ejercitado antes. Esto es gracias a la cantidad de horas que permanecemos sentados detrás de escritorios y en frente de computadoras. Esto junto con ejercicios inadecuados resulta en nuestros glúteos permitiendo al resto del cuerpo inferior encargarse de todos los movimientos.
Esto puede resultar en dolores en la espalda, las rodillas y la cadera con el tiempo. Al igual que también resulta en un severo caso de pompas planas.
Las mujeres son más propensas de acumular grasa en la parte inferior del cuerpo, otro factor que dificulta el fortalecimiento de los glúteos. En la pubertad, el estrogeno causa que la grasa se deposite en los muslos y en los glúteos en lugar de la panza, lo cual hace mantener en forma sus pompas aún más difícil.
Mientras llegas a tu ultimo nivel de ponerte en forma, 99% de tu cuerpo lo reflejará, pero ese 1% se quedará más tiempo en tus pompas. La verdadera prueba del compromiso de una mujer con su ejercicio y dieta se encuentra en la condición de sus pompas y sus muslos.
Pero con todas estas complicaciones si existe un beneficio de todo esto: mientras más grande un músculo, más te puede ayudar en cuanto a hormonas y la composición de tu cuerpo. El ejercicio tiene un papel clave para revertir la resistencia a la insulina e incrementar la actividad del glucagón, una hormona que quema la grasa. Fortaleciendo y afirmando las pompas también mejora el metabolismo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.Con información de Women’s Health.