Justo ahora, uno o varios ácaros pueden estar alojados en tu rostro y nadie los nota… ni los notará. Son tan pequeños que por lo general pasan desapercibidos.
Los ácaros son unos arácnidos de los cuales existen muchas especies en diferentes ambientes: en tierra, desiertos, glaciares, en el mar, en agua dulce, en las oscuras cavernas, en el polvo e incluso, en la piel humana. No todos son dañinos, al contrario, la mayoría de estos seres desempeña funciones benéficas en donde se encuentran.
“El 99% de los adultos tenemos ácaros de la especie Demodex folliculorum en la cara, donde los poros están más abiertos, sobre todo alrededor de la nariz. Se producen y viven en los folículos pilosos alimentándose de la grasa de la piel. No es un dato que preocupe ya que no perjudica en una persona normal. Sin embargo, si ésta persona presenta problema con el sistema inmune, el bicho puede invadir los folículos de las pestañas y provocar infecciones.” Según Juan Morales Malacara, coordinador del Laboratorio de Acarología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Éste microorganismo estimula la actividad de las glándulas sebáceas, con lo que ayuda a retrasar la aparición de arrugas.
Los ácaros están asociados a todos los seres vivos de una u otra forma. Son muy pequeños, miden unas cuantas micras (una micra es la milésima parte de un milímetro). Durante su ciclo de vida pasan por cuatro estados: Huevo, larva, ninfas y adultos. Algunas especies suben a las plantas o al cuerpo de animales y personas, otras se dispersan por medio del viento.
Los ácaros de polvo doméstico contribuyen a la limpieza de las casas al alimentarse de materia orgánica, sobre todo células muertas de la piel y restos de comida que se depositan en el suelo. Generalmente se encuentran en las almohadas, colchones, alfombras, peluches y sillones. No son peligrosos, sin embargo, su excremento puede detonar alergias con la posibilidad de complicarse a cuadros de asma en personas susceptibles. La higiene constante es la mejor manera de eliminarlos. Las arañas que los devoran también ayudan a reducir las poblaciones en el hogar.