Y dicho y hecho, en un estudio que se llevó a cabo en el 2002, se descubrió que la cinta aislante es considerablemente más efectivo para tratar las verrugas que la crioterapia.
En este estudio, a 51 participantes jóvenes se les dio crioterapia–en donde se aplica nitrógeno líquido directamente sobre la verruga para congelarla y removerla–o se les aplicó cinta adhesiva por dos meses.
Cuando las verrugas fueron medidas después de este tiempo, 85% del grupo de cinta adhesiva ya se habían desecho completamente de sus verrugas, mientras que sólo 60% del grupo de crioterapia ya no tenían rastro de las suyas.
Aunque aún es muy pronto para declarar el remedio casero y más económico como el ganador aquí. Aún no existen muchos estudios conclusivos sobre el tema.
Otros estudios similares no encuentran una diferencia entre el tratamiento con la cinta adhesiva y piel de topo que se uso como control. Otros estudios muestran alguna mejora, pero no de manera estatisticamente significante.
Todos estos estudios han investigado la cinta adhesiva como el único tratamiento contra verrugas. Este podría ser el problema ya que podría tener un papel en combinación con otros remedios, ya sea con el doctor o caseros.
Esto es porque la cinta adhesiva sí tiene un mecanismo para remediar las verrugas. Piensa en cómo lo usas. Cuando pones la cinta alrededor de la verruga, el adhesivo alrededor de la lesión puede causar suficiente irritación para causar una reacción inmunológica en la zona. Esto apresura la sanación más que si lo dejaras en paz esperando que se encoja.
Así es cómo debes hacerlo: aplica la cinta adhesiva sobre la verruga diario por cinco días. Luego lo quitas por dos días y repites hasta que notes una reducción considerable o incluso la eliminación completa de la verruga.
También puedes emparejar este remedio con tratamientos que puedes conseguir en la farmacia. Recomendamos productos que contengan ácido salicílico o un aerosol congelador. Puedes aplicar estos tratamientos y luego aplicar la de la cinta adhesiva.
Si la verruga se encuentra en una zona más delicada, como en tu cara, atrás de las mano o los pies, o los genitales, entonces sáltate el tratamiento con la cinta. Tu piel es más delgada en estas zonas y probablemente harás más daño que bien porque puede irritarte demasiado la piel.
O puedes simplemente ir con un dermatólogo con bastantes opciones para remover las verrugas, ya sea con crioterapia, inyecciones de candida o de bleomicina.
Pero hagas lo que hagas, procura eliminar por completo el problema llevando a cabo el tratamiento hasta completarlo, aún si ya no ves rastro de la verruga. Con sólo una célula infectada que quede atrás puede volver la verruga o puede aparecer otra en la misma zona.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.