Cuando se trata de elegir una almohada, hay muchísimas opciones. Elegir correctamente, mantener la almohada limpia y saber cuándo cambiarla afectará tu calidad de sueño y cómo te sientes por las mañanas.

No existe una sola almohada que es la mejor opción para todos. Debes considerar la forma y el tamaño de tu cuerpo y las posiciones en las que sueles dormir para elegir la almohada ideal para ti. Quieres una almohada que brinde el soporte adecuado para tu cabeza y que lo alinee con el resto de tu columna. Que sea suave o firme ya es cuestión de preferencia.

Para aquellos que duermen boca abajo y sobre sus espaldas, una almohada con un grosor entre bajo y medio mantendrá tu cuello y cabeza más cerca al colchón. Dormir sobre tu espalda normalmente es mejor para tu columna, poniendo una almohada más pequeña debajo de tus rodillas brindará más soporte para tu espalda baja.

Aquellos que duermen de lado deberían poner atención a la altura de su almohada. Seleccionar una con un grosor entre medio a alto y más firme ayudará a que tu cuello se alinee con tu columna mientras estás acostado de lado. Adicionalmente, deberías de poner una almohada suave y poco densa entre tus piernas para alinear tu cadera superior y pelvis con tu espalda baja.

Si eres de aquellos que se mueven mucho en la noche mientras duermes, elige una almohada con un grosor medio con poco o nada de contorno.

Saber de qué está relleno tu almohada también puede afectar tu elección. Las almohadas sintéticas son generalmente más costeables. Son ligeras, fáciles de cuidar y buenas para las alergias. Sin embargo, duran bien poco y se aplanan rápidamente.

Las almohadas de plumas suelen ser las más suaves, también son fáciles de amoldar y duran más tiempo. No brindan mucho soporte ni altura y no son ideales para aquellos que duermen de lado.

Las almohadas de espuma sintética con contorno brindan el soporte más preciso, mantendrán su contorno para apoyar tu cabeza, cuello y hombros, brindando alivio para los puntos de presión que causan dolor. Almohadas densas de espuma deberán estar contornadas de manera precisa según tu cuerpo y tus hábitos de sueño. Si te mueves mucho mientras duermes, esta almohada no es la mejor opción para ti.

La espuma de memoria se amolda a tu cuerpo. Está diseñada para responder a la presión y el calor del cuerpo. Estas almohadas no son ideales para todos ya que retienen el calor corporal y lentamente liberará formaldehído. Esto no se nota por la mayoría, pero puede producir alergias en gente que es sensible a los químicos.

Las almohadas de latex son duraderas, frías y se amoldan más rápido que la mayoría de las de memoria. También son buenos para aquellos con alergias, pero pueden ser más costosas y pesadas. Estás almohadas tienen la mayor tasa de satisfacción, pero es importante elegir la altura correcta para ti.

Almohadas de agua brindan apoyo, altura y firmeza personalizables. Pero el hecho de que esté llena de agua la hace más pesada y en ocasiones ruidosa.

Deberías de reemplazar tu almohada cada año. Los aceites de tu cabello y cuerpo se absorben en la almohada y después de un año son el ambiente perfecto para bacterias que causan malos olores. Fundas protectoras para las almohadas pueden duplicar el tiempo que puedes quedarte con ella, pero debes lavar tu almohada cada tres meses para mantenerla libre de basura y parásitos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.