Cuando pasas una tercera parte de tu vida durmiendo, tu colchón puede sentirse como tu hogar. Pero resulta que estás viviendo en una pocilga.

Según expertos, colchones viejos, normalmente mayores de 10 años, brindan las condiciones perfectas para que una variedad de bacterias se reproduzcan.

Moho también puede ser un problema si existe humedad dentro de tu cuarto. La solución, aunque sea bastante extraña, es no tender tu cama por las mañanas. Las bacterias y el moho buscan lugares oscuros y cálidos, así que mantener tu viejo colchón expuesto al aire seco a lo largo del día puede ayudar. No necesitas quitar las sábanas, simplemente quita las cobijas y así.

Aquí hay otras tres maneras que tu colchón podría estar afectando tu salud:

1. Esta cargado con químicos ocultos

Poliuretano, formaldehído y el ácido bórico son sólo algunos de los químicos que se encuentran típicamente en colchones. El poliuretano es combustible, así que para acatarse a las regulaciones de seguridad, muchos manufactureros los tratan con químicos retardantes de llamas que lentamente liberan toxinas y pueden aparecer en los tejidos de la placenta de mujeres embarazadas.

Otros químicos que liberan gases pueden irritar tus ojos, garganta, nariz y pulmones y se han vinculado a alergias, toxicidad de órganos y algunos casos de cáncer.

Lo que deberías hacer es comprar colchones orgánicos para evitar daños por estos componentes tóxicos y dañinos.

2. Tiene resortes débiles o espuma desgastada

Ya sea que uses un colchón de resortes tradicional o uno de espuma, tarde o temprano perderán su elasticidad y se empezará a desgastar en lugares muy usados. Un colchón no uniforme no le dará el soporte adecuado a tu cuerpo y puede causarte dolores de espalda, cuello y dolor articular y afectará tu sueño.

Deberías de voltear tu colchón regularmente. Esto evitará que tu cuerpo se hunda en el colchón en las partes desgastadas y te ayudará a conseguir tus 8 horas de sueño.

3. Los chinches han invadido

Tu cama puede ser hogar de cientos de miles de chinches con los cuales duermes todas las noches, tantos que puedes estar respirando sus heces que dejan en las almohadas y las sábanas. Se cree que un colchón adquiere alrededor de 100,000 a 2 millones de chinches después de diez años, por lo tanto termina pesando el doble tu colchón por su presencia.

Para evitar muchos problemas con esto, consigue un protector para el colchón y aspiralo al menos una vez a la semana.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.