ponte primero

Es hora de olvidar esa idea de que es egoísta ponerte a ti primero. Esto no te vuelve una mala persona. Cuando amas a alguien es natural querer darles prioridad porque quieres hacer a esa persona feliz, pero amar a otros no significa que no te puedas amar a ti.

No puedes cuidar a los demás si te descuidas a ti. Es importante poner tus necesidades primero para poder ser verdaderamente desinteresada. Aquí te damos unos consejos que te ayudarán a darte prioridad a ti misma.

Decide por tu autocuidado

Opta por el autocuidado que mejor te sirva a ti y te haga sentir bien. Algunos días esto puede ser un manicure mientras que otros puede ser una plática motivadora contigo misma enfrente del espejo del baño. Haz lo que te funcione a ti.

Aprende a decir que no

Una de las mejores formas de cuidarte y realmente tener poder en tus decisiones es saber decir que no. No te preocupes por lo que pensarán los demás y haz lo que se sienta bien para ti en el momento.

Olvida la culpa

Esta emoción no es más que un desperdicio de tiempo y energía. Lo peor es que cuando sientes culpa, bajas mucho en tu lista de prioridades. Te hace sentir más motivación por complacer a los demás y olvidarte de ti.

Establece límites

Lo vas a escuchar toda la vida: necesitas imponer límites. Esto es un acto de auto-cuidado, demuestra que mereces respeto. Si no puedes mostrártelo a ti misma, no puedes esperar que los demás te respeten.

Haz lo que ames

Es tu derecho vivir tu vida como a ti te plazca, pero es fácil olvidar hacer las cosas que te encantan. Dale prioridad a hacer un poco de tiempo para dedicarselo a alguna de estas actividades que te gustan mucho.

En realidad lo que haces aquí es volver la felicidad una prioridad.

Date espacio en las relaciones

Nunca deberías de pasar todo tu tiempo con una persona aunque la ames, necesitas dedicar algo de tu tiempo solo para ti. Ya sea haciendo una de tus actividades favoritas o simplemente haciendo nada a solas, es importante darte un tiempo para pensar contigo misma sin interrupciones.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.