Se trata de Setsu-chan, un gato japonés que es capaz de hacerte creer que es como cualquier felino que hayas conocido hasta entonces, hasta que llega la hora de dormir, entonces su expresión cambia.
Despierto es bastante serio.
Hasta que le da sueño.
Entonces se empieza a relajar y ¡listo!
Algunos dicen que su cara es terrorífica, pero a nosotros nos dio más gracia y ternura que otra cosa. ¿Tú qué opinas?