Una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas animales, junto a la práctica diaria de actividad física, constituyen dos elementos importantes en la prevención del cáncer de mama, informó el experto David Medina Camarena.

Como en otras formas de cáncer, no existe una causa específica, pero se sabe de factores modificables que detonan la aparición de la enfermedad, dijo el titular de la coordinación de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

Añadió que el cáncer de mama se ha posicionado desde 2006, como la primera causa de muerte por neoplasia en la población femenina, lo cual, se encuentra estrechamente relacionado al envejecimiento y a una mayor prevalencia de los factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, sedentarismo y consumo de alcohol.

Recomendó realizar la autoexploración mamaria cada mes, a partir de los 20 años y hasta los 69 años de edad, sin omitir la revisión clínica de la glándula mamaria de los 25 a los 69 años y la mastografía cada dos años de los 50 a los 69 años, aunque se aconseja desde los 40 años, en caso de antecedentes familiares de este mal.

De manera concreta, la autoexploración se recomienda a partir de los 20 años, cada mes, de preferencia entre el séptimo y el décimo día del inicio de la menstruación, mientras que en las mujeres posmenopáusicas o con retiro de la matriz, el procedimiento puede hacerse el primer día del mes o algún día fijo.

Indicó que la autoexploración mamaria es útil cuando es un hábito que permite a la mujer conocer sus glándulas mamarias y, por lo mismo, captar cualquier anormalidad, aunque destacó que algunos cambios son normales como: el endurecimiento y dolor de éstas antes y durante la menstruación, cuando también se sienten congestionadas.

En lo que respecta a la exploración clínica de las mamas, dijo que ésta la realiza el médico y personal de enfermería y se efectúa a partir de los 25 años de edad, con periodicidad anual.

Puntualizó que las dos terceras partes de las tumoraciones encontradas durante su vida fértil, corresponden a patología benigna de la mama, es decir, quistes, displasias y fibroadenomas, principalmente.

Sin embargo, destacó que la mitad de las masas palpables, en especial durante la perimenopausia y posmenopausia son malignas, existiendo un patrón de presentación muy bien identificado de estas lesiones, el cual, se ubica en el cuadrante superior externo de la mama, junto a la axila.