A las dos de la madrugada del sábado al domingo se adelantan los relojes una hora. Es el cambio de horario primaveral, el deseado, porque nos regala más luz y coincide con la llegada del buen tiempo. Además, este adelanto de los relojes sólo produce leves efectos en nuestro organismo.

Las consecuencias del cambio de hora son transitorias, no muy distintas de la sensación que se produce cuando los lunes nos incorporamos al trabajo, después de haber desajustado nuestro horario el fin de semana.

Los niños pueden manifestar mayor irritabilidad y alteración de su alimentaciónEs la población infantil y los mayores de 50 años a los que más les cuesta adaptarse a este cambio. La población infantil puede manifestar una mayor irritabilidad y en algunas ocasiones alteraciones en su alimentación, principalmente en los lactantes

Pero el organismo sólo necesitará tres o cuatro días para adaptarse al nuevo horario. Aunque estos primeros días el cambio de horario suponga ciertos desajustes en el organismo, a la larga, y al armonizar nuestra actividad con los tiempos de luz solar, también se ve mejorado nuestro rendimiento.

Además de niños y mayores, estos problemas los pueden sufrir en mayor medida aquellas personas que padecen algún trastorno neurológico como cefaleas, epilepsia o trastornos de sueño. El cambio primaveral de horario afecta más a quienes padecen ansiedad y al depresivo.

Las personas jóvenes y sanas pueden experimentar sensación de cansancio, somnolencia, cierta desorientación o aturdimiento, falta de concentración, de energía o dificultad para dormir.

Algunas medidas para adaptarse al cambio horario

  • Fraccionar la hora de diferencia en la que se ven afectados nuestros horarios de alimentación y sueño, adelantando los días previos nuestras rutinas unos 15 minutos de forma progresiva.
  • Evitar las siestas diurnas para tener más sueño por la noche.
  • Llevar los primeros días un horario regular tanto en alimentación como en sueño.
  • Ajustar el reloj cuanto antes. Lo más adecuado sería hacerlo justo antes de irnos a dormir para que nos levantemos con el horario adecuado.
  • Nada de fármacos ni remedios naturales.

Según una encuesta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), más de la mitad de la población se siente más cansada, con falta de energía y de concentración con la primavera, debido al cambio horario y de temperaturas. Las personas más afectadas son las mujeres y las alérgicas al polen, según los expertos, que recomiendan para evitarlo cuidar la alimentación, practicar ejercicio diario, dormir más horas y preparados farmacéuticos de jalea real.

(20 Mintuos)