Tres bases de investigación americanos en la Antártida tendrán que suspender sus investigaciones y están en «estado de conserje» como consecuencia del cierre de gobierno de Estados Unidos. No pudo pasar en peor momento ya que lo meses entre octubre y febrero son la época del año más inhospitable y al menos unos 700 científicos viajaron al continente helado por la temporada de investigación.
Lo que se refiere con «estado de conserje» es que todo el personal poco esencial regresará a sus casas y toda la investigación planeada será cancelada. Las bases tendrán apenas suficiente personal para mantener la propiedad del gobierno. El Programa Antártico de Estados Unidos (USAP) recibió sus últimos fondos de gobierno el 30 de septiembre, se calcula que el presupuesto se acabará para el 14 de octubre.
Las repercusiones de esta decisión son enormes. Aunque el gobierno de EU abra nuevamente, la USAP no podrá reiniciar todo su trabajo dado que muchas de las investigaciones tienen una dependencia temporal. Expediciones en ambientes hostiles como la Antártida se planean cuidadosamente con años de anticipación y no pueden hacerse cambios de último minuto.
También muchos proyectos que requieren de trabajo de campo son esfuerzos de muchos años, como un censo de 20 años de pingüinos. Un año de datos faltantes convierten todo el proyecto en un trabajo incompleto si no se vuelve completamente inútil. Para proyectos de investigación de climatología, datos faltantes pueden hacer que sea mucho más difícil armar un caso para convencer a una audiencia global que ya es bastante escéptico. Y mucho del dinero que se uso para los preparativos se habrá desperdiciado por completo.
No sólo Estados Unidos se encuentra afectado por esto, otros países con grupos de investigación en la Antártida dependen de recursos estadounidenses como helicópteros y helipuertos que será suspendido su uso por falta de fondos. Las repercusiones más duraderas del cierre de gobierno en Estados Unidos se podrán ver reflejados en datos históricos por siglos más adelante.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.