El ballet es apasionante y requiere de un gran esfuerzo físico.
Los bailarines que respiran esta maravillosa danza saben que no hay pasión más desafiante y más dolorosa que el ballet. Ser un bailarín de ballet implica mucho más que bailar; el costo que se tiene que pagar para salir al escenario y recibir cientos de aplausos va más allá de cientos de horas de entrenamiento y flexibilidad.
Estas fotos fueron recolectadas desde la vida diaria de personas tan apasionadas que no podrían vivir sin las zapatillas que esconden uñas moradas, heridas inflamadas y dedos deformados.
Vía: Bored Panda