Muchos fumadores (la mayoría) están conscientes de que el cigarro es malo para ellos. De todas formas, por alguna u otra razón, deciden seguir fumando.

Este comercial trata de romper las reglas un poco. Hace que los fumadores le tengan que explicar a alguien más las razones por las cuales es malo fumar. Para eso, mandan a niños a pedir un encendedor para prender un cigarrillo a fumadores de la calle.

Las reacciones que muestra la gente son homogéneas. Todos los fumadores le explican a los niños que fumar es malo y dan sus razones. Afirman que el cigarro es veneno y causa cáncer, les advierten de dolorosas operaciones y de muertes prematuras.

Es entonces cuando los niños preguntan por qué ellos fuman. Antes de recibir alguna respuesta, entregan una carta que lee: “Te preocupas por mí. ¿Pero por qué no preocuparse por uno mismo? Recordarte a ti mismo (sobre los riesgos del tabaco) es la mejor manera de ayudarte a dejar de fumar”. Los niños se retiran y la música melancólica/reflexiva comienza.