Si lo que buscas ahorita es verte más fit, la simplicidad es lo que te dará más oportunidad de ser consistente. Si ya estás haciendo ejercicio y te sientes fuerte, pero sientes que tu cuerpo no lo refleja, enfócate en las calorías que consumes y las que quemas.

Normalmente no te recomendamos que cuentes calorías porque termina siendo una práctica poca sana. Pero eso es cuando estás tratando de bajar de peso, aquí lo que quieres es que se noten más los músculos que tienes.

Mientras que correr y otros ejercicios de cardio son populares para quemar calorías, en este caso lo mejor que puedes hacer es enfocar tu rutina de ejercicio en entrenamiento de fuerza.

Te recomendamos que hagas 60% ejercicio de fuerza y 40% de cardio y acondicionamiento. El efecto que consigues con el acondicionamiento realmente no es tanto para marcar tu cuerpo.

La razón por la que recomendamos que te enfoques es desarrollar fuerza no es necesariamente por el quemado de calorías que creas con este ejercicio, sino por los beneficios de crear nuevos tejidos musculares y el aumento metabólico que esto trae consigo.

De esta manera mejorarás la capacidad de tu cuerpo para quemar calorías mientras descansas. Vas a querer enfocarte mucho en esos ejercicios que se enfocan en grupos de músculos o todo el cuerpo.

Sin embargo, la parte más importante de quemar calorías en el gimnasio son las calorías que consumes.

No puedes entrenar ni desarrollar músculo con una mala alimentación. No importa cuántas calorías quemes, lo que comes siempre será más importante.

Fíjate en los niveles de saciedad que te causa lo que comes y compara cómo te sientes comiendo una bolsa de papas y unos huevos. No te comes una sola papa, te comes toda la bolsa. Mientras tanto, sólo te comes un huevo a la vez y te cuesta trabajo comer más que eso porque te llena más rápido.

Y claro, con todo ese entrenamiento de fuerza vas a necesitar complementar con un mayor consumo de proteína.

Un error muy común que comete la gente con esta meta es restringir su consumo de carbohidratos. Si te alejas mucho del estilo de vida que llevas, te va a costar más trabajo ser consistente en tu camino y eventualmente terminarás donde empezaste. Así que recuerda no hacer cambios tan drásticos más que modificaciones más sanas a tu alimentación.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.