El 27 de mayo, Margaret Awino dio luz a Paul Mukisa con ayuda de su suegra en su hogar en Nabigingo, un pequeño pueblo al este de Uganda. Pero en lugar de felicidad y festejos, el nacimiento de su quinto hijo impactó a la madre de 28 años. Su nuevo hijo había nacido con cuatro piernas y cuatro brazos.
Cuando lo llevaron al hospital, lo diagnosticaron con hermanamiento parasitaria, una variación de hermanamiento conjunto (gemelos siameses), donde uno de los gemelos no se desarrolla completamente. El pequeño Paul tabía nacido con sus brazos y piernas y otras de un gemelos sin cabeza ni corazón que nunca se terminó de desarrollar.
Los doctores hicieron análisis y descubrieron que los “gemelos” compartían parte del hueso pélvico. Tras más estudios de sus órganos, descubrieron aún más anomalías. Su corazón se encontraba en el lado derecho de su pecho y su hígado también se encontraba en el lado contrario.
Tras estos estudios iniciales, Paul fue dado de alta y fue llevado a su hogar por tres meses ya que los cirujanos querían dejar que creciera un poco antes de operarlo para separarlo de su gemelo.
Finalmente, el 18 de agosto, un equipo de tres cirujanos, tres anestesiólogos y dos enfermeras pudieron llevar a cabo la operación de tres horas para separar al niño de su gemelo parasitario.
Ya tres semanas después de la operación, el bebé esta progresando y se alimenta bien, según doctores.
El pequeño Paul Mukisa sigue en el hospital, donde permanecerá por unas semanas más para seguir con sus tratamientos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.