Quizá ahora te sientas como una persona atlética porque sales a correr, vas al gym y lo que sea, pero es probable que te falte bastante movilidad si no llevas a cabo ningún tipo de ejercicio para mejorar esto.

Será más adelante en tu vida que notarás el problema que es la falta de movilidad en la cadera y quizá si has ido a una clase de yoga y ya en toda tu vida, te habrás dado cuenta de que no tienes tanta movilidad en esta zona.

Quizá te cueste trabajo y sientes que empezaste a desarrollar esta movilidad algo tarde, para ese caso, una posición de paloma probablemente te cueste mucho trabajo, así que empieza con un estiramiento del 90-90.

Si ya eres un poco mayor y sientes tensión en la cadera, ya sea porque no te estiras mucho durante el ejercicio o te la pasas sentada en la computadora todo el día, este estiramiento salvará tu vida.

Para asumir la posición debes empezar sentada en el piso con las rodillas arriba y dobladas en 90º. Tus pies deberían de estar un poco más anchos que tus hombros.

Desde aquí, gira tu cadera y tu cuerpo superior hacia la izquierda y deja que tus rodillas toquen el piso. El exterior del muslo izquierdo y el interior del muslo derecho deberían de estar tocando el piso mientras mantienes este ángulo de 90º en las rodillas. Mantén la columna tan derecha como sea posible y los hombros apuntando hacia enfrente con tu muslo izquierdo.

Si sientes demasiada tensión en la cadera, estar sentada hacia arriba en la posición inicial puede ser suficiente esfuerzo. Si tu flexibilidad lo permite, el siguiente paso es bajar el pecho hacia tu rodilla izquierda. Haz esto deteniéndote desde la cintura y dóblate hacia delante manteniendo los hombros cuadrados hacia el piso.

Cuando hayas llegado tan bajo como puedas, mantén la posición por un momento y luego regresa a la posición inicial. Repite estos pasos para el lado derecho.

Sentirás que se te estiran los glúteos, aductores, espalda baja y los músculos internos y externos rotatorios de la cadera.

Ten dos metas en la cabeza: siéntate en la posición inicial sin poner las manos en el piso para balance y bajar el cuerpo tan profundo como puedas sin redondear la espalda.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.