Cuando sientas un calambre, pon atención. Esto es tu cuerpo gritándote para avisarte que algo anda mal. Aquí hay cinco de los tipos más comunes de calambre y lo que intentan comunicarte sobre tu cuerpo.

1. A lado del abdomen

No se  sabe con certeza la causa de estos calambres, pero meter más aire en tu cuerpo ayuda a aliviar el dolor. Detente, levanta los brazos y permite que entre más oxígeno a tus músculos en tu torax o aprieta con la mano donde te duele y respira lento y profundo.

2. Calambres en el estómago

Por eso te piden que esperes media hora para nadar después de comer. Cuando comes y haces ejercicio poco después, tu tracto gastrointestinal y músculos luchan por el flujo de sangre. Si ganan tus músculos, te dolerá el estómago. Pero si tu estómago gana, tus músculos no recibirán el oxígeno que necesitan. Algo ligero antes de hacer ejercicio es mejor para evitar esto.

3. Calambres en la pantorrilla, tendones y antebrazos

Cuando sudas y secretas más agua, sodio y potasio de lo que estas consumiendo, esta pérdida hace que tus nervios indiquen a tus músculos que se contraigan o que se relajen más de lo normal. Esto en cambio puede causar espasmos o calambres. Los calambres por deshidratación pueden ocurrir con cualquier músculo. Si sientes esto, es mejor dejar de hacer ejercicio inmediatamente y estirar y rehidratarte.

4. Fuertes dolores en los músculos que estas ejercitando

Cuando haces que un músculo en particular trabaje hasta su máxima capacidad, es posible que no puede regenerar sus nutrientes tan rápido como se le exige, lo cual resulta en calambres. Estos calambres no se sienten distintos que los que son causados por deshidratación, suelen hacer efecto cuando lleva mucho tiempo en la misma posición cierto músculo. En estos casos, suspende temporalmente tu ejercicio e intenta caminar un poco o lo que sea que ayude a relajar el músculo.

5. Calambres inexplicables

Podrían ser causados por no calentar suficiente. Al no hacer esto, pierdes la oportunidad de aumentar lentamente la temperatura de tu cuerpo, gradualmente incrementando la elasticidad de tus músculos y consiguiendo que la sangre, el oxígeno y otros nutrientes alcancen tus músculos antes de que comiences con tu ejercicio.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.