Pasas una tercera parte de tu vida en la cama, quizá más si eres talentoso o suertudo. Toma las riendas de tu situación con tu cama de si quieres que sea invitador para cualquier ocasión que vayas a invitar a alguien contigo.

La cama

Tu cama no debería de ser un montón de estropajos en donde te acuestas y te quedas inconsciente. Debería ser un mueble real, para lograr eso debería tener pies, tablas que apoyen el colchón directamente y una cabecera. La cabecera en realidad sí es importante si planeas en algún momento que te quieras recostar para leer un libro o lo que sea. También evitas perder cosas detrás de la cama a cada rato. También es importante que sea tamaño queen, es suficientemente grande para dos y no ocupa tanto espacio.

El colchón

Existen dos reglas: no camas de agua y tampoco resortes que rechinan. Si te da pena la idea de que la gente vea tu colchón cuando lo tires en la calle para que lo recojan los de la basura, es tiempo de dejar ese viejo colchón atrás.

La ropa de la cama

Necesitas sábanas, fundas para almohada, un cubre colchas, etc. Ignora la sobrecama y cosas parecidas, si no entiendes qué son ni para qué, es mejor no intentar hacer algo fuera de tu alcance.

Sábanas

Al menos de que sea europeo, necesitas sábanas para estar abajo y encima de ti. La que tiene elástico o está ajustado suele ir debajo. Procura que sea suficiente profundo para caber sobre tu colchón. Considera conseguir algo de mejor calidad para que no sea incómodo. No necesitas gastar mucho, pero tampoco busques una ganga.

Fundas de almohada

Los juegos de sábana suelen incluir dos fundas de almohada, pero necesitas cuatro. Aunque no las suelen vender así, recuerda que vas a queer cuatro almohadas para dos personas por lo regular, no una.

Duvet

Un duvet es una especie de colcha que va cubierto y descansa sobre tu cuerpo como una nube cálida.

Cobija

Vas a querer tu cobija de lana, especialmente si buscas un look más como cabañoso. Te sorprenderá lo calientito y respirable que son.

Almohadas

Cuando hayas elegido las almohadas perfectas hay una manera estratégica que debes acomodarlas. Cuando tiendes tu cama, esponja las almohadas pegándoles al mismo tiempo de ambos lados, no golpeándolos por en medio como un niño enojado. Pones dos filas de dos con la apertura de la funda apuntando hacia fuera. Y finalmente, dobla la colcha justo antes de las almohadas en lugar de cubrirlas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.