dieta

Demasiadas dietas imponen estándares demasiado altos e inalcanzables y luego te echan la culpa por no cumplirlos. No sólo son pésimas instrucciones, pero te estresan demasiado.

Por eso te presentamos con una forma más simple y realista para comer mejor sin todas esas cuestiones absurdas.

La dieta floja es sorprendentemente fácil y una forma muy satisfactoria de comer correctamente. Te explicamos cómo funciona:

Acepta los almuerzos pre-hechos

Todas las dietas te dicen que evites comida empaquetada. Pero esto puede ser bastante nutritivo y bien proporcionado si sabes qué buscar. Te ahorras el exceso de calorías y el tener que planear qué comerás en el día si te comes una sopa o pescado enlatado, un licuado embotellado, o hasta podría ser algo como una bolsa de pistaches.

Sólo porque viene empaquetado no necesariamente significa que la comida no sea sana, sólo pon atención a la declaración nutritiva. Esto es básicamente el principio de la dieta floja.

Haz dips

Muchas dietas restrictivas te prohiben condimentos porque son puras calorías “vacías.” Pero si un poco de aderezo de queso azul logra que comas tu apio, sigues consumiendo esos nutrientes del apio. Sólo no lo bañes en el dip.

Que alguien más se encargue

Ve a un especialista para otras cosas. Un nutriólogo o un dietético pueden ayudarte a poner tus metas de manera sana y sabiendo mejor qué están haciendo.

Pon el súper a trabajar

¿Para qué rostizar un pollo entero tú misma cuando el súper te lo puede vender ya listo? Si vives sola, con eso ya tienes almuerzos listos para toda la semana.

Y no sólo eso, el super ofrece una variedad de alimentos ya preparados para que nada más llegues a tu casa a comértelos.

Cuando no se te ocurre qué más, PB&J

Un sándwich de crema de cacahuate y mermelada (peanut butter and jelly) es un excelente ejemplo de un snack bien balanceado: tiene fibra, grasa y proteína.

Pero no lo prepares con cualquier ingrediente que tengas disponible, consíguete un buen pan que te guste y búscate una crema de cacahuate y mermelada naturales.

Si quieres evitar el exceso de azúcar de la mermelada, puedes machacar un poco de fruta para hacer una clase de compota sin azúcar para acompañar tu sándwich.

Usa la fruta como endulzante

Las dietas bajas en carbohidratos restringen tu consumo de frutas. Esto es algo ridículo, la verdad. La dieta floja te motiva a comer mucha fruta a lo largo del día y buscar maneras de integrarlo a tus almuerzos si no te late comértelas así nada más.

Puedes agregar fruta a un bowl de yogurt o avena en las mañanas, o como ingredientes para una ensalada. Y para el postre, si puedes procurar que la mayoría del sabor dulce venga de la fruta y no de azúcar, la armarás bien.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.