Cuando llueve, diluvia. Tienes una hora de entrega casi irreal para el trabajo, no has lavado tu ropa en semanas y por alguna razón sientes comezón en toda tu piel. Definitivamente es raro, pero si esto te suena familiar, no es coincidencia.
El estrés activa el hipocampo, la misma parte del cerebro en donde se procesan las señales de la comezón. Aunque no puedas hacer nada por la conexión en si, antihistamínicos sedantes que puedes comprar en cualquier farmacia puede engañar a tu cerebro al estimular las partes del cerebro que detectan el alivio cuando te rascas. Así que puedes aliviar la comezón sin tener que rascar y maltratar toda tu piel con tus uñas llenas de microbios.
La próxima vez que te encuentres en pánico o reaccionando a una situación con ansiedad, haz un esfuerzo consciente para calmar tu respiración. Inhala hasta contar a tres y haz lo mismo al exhalar. Aunque hagas esto tres veces en un momento de pánico, puedes cambiar la manera que reaccionas ante la situación.
Si tus pensamientos se vuelven un poco más cuerdos como resultado por mitigar la comezón en tu piel, supongo que ese es un efecto secundario con el que puedas vivir.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.