En una cultura que celebra el sacrificio y el dar a los demás, el concepto de ser “egoísta” puede sonar negativo. Pero cuando se trata de cuidar tu paz mental, priorizarte no solo es válido, es necesario. Aquí te explicamos por qué establecer límites y dedicarte tiempo a ti misma puede transformar tu bienestar.
Ser egoísta no es malo, es autocuidado
Ser “egoísta” a menudo tiene una connotación negativa, pero en realidad significa reconocer tus propias necesidades. Escuchar tu cuerpo, tus emociones y tus límites es una forma de autocuidado que te permite ser tu mejor versión. Si te llenas de responsabilidades y dejas tu salud mental en segundo plano, es difícil estar presente para los demás.
La importancia de decir “no”
Decir “sí” a todo puede agotar tu energía emocional. Aprender a decir “no” es un acto poderoso de protección hacia tu paz interior. Establecer límites no te hace menos solidaria o amorosa, sino que te asegura estar disponible de manera auténtica para las personas y actividades que realmente importan.
Tiempo a solas: un bálsamo para la mente
Dedicarte tiempo no es un lujo, es una necesidad. Ya sea leyendo, meditando, disfrutando una taza de café sin interrupciones o simplemente quedándote en silencio, esos momentos contigo misma recargan tus baterías y te ayudan a reconectar con tu esencia.
¿Por qué cuidar tu paz mental beneficia a los demás?
Cuando priorizas tu bienestar, creas un círculo virtuoso. Una mente tranquila es más resiliente, amable y comprensiva. Al cuidar de ti, también impactas positivamente en quienes te rodean, porque puedes estar presente con energía renovada.
Sé egoísta con propósito
Ser “egoísta” no significa ignorar a los demás, sino encontrar el equilibrio entre dar y recibir. Escoge tus batallas, escucha tus emociones y date permiso para priorizar tu bienestar. Tu paz mental es la base para construir relaciones sanas, enfrentar retos y disfrutar de la vida.
Recuerda: cuidar de ti misma no te hace egoísta, te hace sabia.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.