El mundo del fitness está repleto de mitos y algunas de estas gemas más persistentes son el hecho de que sólo puedes crear músculo levantando pesas, el cardio es la mejor manera de quemar grasa y el dolor que sientes es señal de un buen entrenamiento.

Quizá uno de estos mitos más tercos es el de “la ventana anabólica”–la idea de que tienes que consumir proteína (preferiblemente un licuado de proteína) inmediatamente después de hacer ejercicio, de lo contrario, no harás remotamente tanto músculo. O así es como lo piensa mucha gente.

¿Qué es la ventana anabólica?

La verdad se basa en sentido común. Cuando levantas muchas pesas o haces cualquier tipo de ejercicio, causas microtraumas en tus músculos. Sonará mal, pero es una parte natural de cómo el ejercicio estimula el crecimiento muscular.

No sólo hace que tu cuerpo repare el daño, también hace que los músculos se vuelvan más grandes y fuertes para poder lidiar mejor con ese esfuerzo la próxima vez.

Este tipo de transformación requiere de materia prima, o sea aminoácidos. Aquí entra la idea de la ventana anabólica.

La gente que cree en este concepto piensa que somos especialmente receptivos a la proteína en los 30 a 60 minutos después de un entrenamiento y que si la consumes en este tiempo, maximizarás el crecimiento muscular.

Existirán muchos estudios que apoyen la noción de tomarte un licuado de proteína después de hacer ejercicio, pero pocos dicen que hay que terminárselo lo más pronto posible después del ejercicio.

La verdad y el mito

La verdad es que esta ventana no se cierra tan rápido como antes se creía. Según nuevos estudios, esta ventana se mantiene abierta entre cuatro a seis horas.

Esto significa que con tal de que comas algo repleto de proteína dentro de este lapso de horas después de tu ejercicio, tus músculos probablemente tendrán todos los músculos que necesitan para adaptarse y crecer.

Cómo tomar tu proteína para hacer crecer el músculo

Enfócate en tu consumo diario de proteína en lugar de lo que consumes en un lapso pequeño de tiempo. Si haces ejercicio regularmente, busca consumir .5 a .9 gramos de proteína por libra de tu peso corporal para maximizar tus avances.

Pero no por esto deberías dejar de consumir tu licuado de proteína después de hacer ejercicio. Esto podría ayudarte a cumplir con tu consumo diario de proteína, lo cual es más importante que ponerle atención a la ventana anabólica.

En resumen, tómate tu licuado o cómete tus barras de proteína después del ejercicio, sólo no tienes que apresurarte para hacerlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.