Acabamos de subir una de las cuestas más empinadas del año: la de septiembre. Regreso de vacaciones, fiestas de verano y cambio de temporada con renovación de clóset y productos de belleza incluída. ¿Cómo hacer frente al día a día sin que tu bolsillo se resienta?

Automóvil

Lo primero que tienes que hacer es reducir su uso innecesario. A más desplazamientos, más gasto… En las distancias cortas opta por ir a pie. ¡Es muy sano! Respeta los límites de velocidad, optimiza el peso que llevas en el vehículo, conduce con marchas largas (no lo lleves revolucionado), evita los embotellamientos (en la medida de lo posible) y apaga el motor cuando estés parada en el coche. Mantén al día las revisiones de tu vehículo. Si esta todo bien, no gastará más de lo normal…

En el super

No nos cansamos de leerlo, pero no siempre lo hacemos. No salgas a comprar sin una lista hecha previamente (vas a por lo que vas, directamente, sin entretenerte en nada más). No vayas a comprar nunca con el estomago vacío, comprarás más comida de lo que necesitas. Aprovecha las ofertas (pero sólo en productos que tenías previamente pensado comprar) y compara precios en diferentes supermercados. Opta por botellas de refresco en lugar de latas (son más baratas); si vas a comprar carne, mira su precio por kilo en la carnicería, muchas veces sale más barato que comprar las bandejas ya preparadas.

Con el teléfono

Imposible prescindir de él, lo sabemos. Pero puedes aprovechar que pagas una conexión de datos 3G para mandar mensajes en línea y reducir un poco tus llamadas. Ponte un reto, dos de cada tres serán sustituidas por un whatsapp, mail o mensaje privado en Facebook. Cuando llames a teléfonos fijos, usa el de casa, (el gran olvidado hoy en día). Tienes fijo para llamar… ¡no solo para poder tener Internet! Estudia detenidamente las tarifas de la competencia. ¿Viajas al extranjero? Apaga tu teléfono actual y opta por comprar en el país de destino una nueva tarjeta sim de prepago. Bye, bye roaming!

Gimnasio gratis

A la flojera generalizada que surge después del primer mes (los primeros 30 días solemos estar muy motivadas), se le une que hay que recortar gastos. No están las cosas para hacer frente a la cuota de gimnasio. No hay excusas: hacer deporte te puede salir gratis. Practica el deporte de moda: correr. Sólo necesitas unos pants, unos tenis y mucha fuerza de voluntad. Tampoco olvides tomar agua, ¡hay que hidratarse! Un tapete en el suelo te bastará para hacer abdominales… Dale rienda suelta a tu imaginación o haz de la calle tu gimnasio.

Do it yourself

Otra manera más directa de decirlo: hazlo tú misma. No hace falta ser tan dedicada para unirte a esta filosofía. Aunque ser creativa te permitirá ahorrar en ropa, decoración, complementos… El “hazlo tú misma” te permite ahorrar en todas las facetas de tu vida: ¿por ejemplo? Haz tú misma tu comida (no vayas todos los días a comer en un restaurante con menú), organiza tú tus viajes (busca hoteles baratos y vuelos en buscadores de Internet, sin recurrir a una agencia), redecora tu casa (dale tú misma esa manita de pintura…). Confía en ti y en tus posibilidades.