“Debería premiarme.”

Esto es lo que siente uno después de acatarse mucho tiempo a su dieta y rutina de ejercicio.

Todos necesitamos un pequeño descanso de la dieta para sentirnos vivos y no sólo sanos de vez en cuando, pero esto no significa que deberías de dedicar un día entero para comer pizza, alitas y cerveza. Hay maneras inteligentes para premiarte cuando sientes que necesitas un descanso de tanto pescado y pechuga de pollo sin sabor.

Aquí hay unas cosas que deberías de saber para que tus “premios” no perjudiquen tu esfuerzo:

Planea tus almuerzos de premio

No recomendamos que tus “premio” sean algo espontáneo. Es mejor planearlos con anticipación, de esta manera, tendrás algo que esperar con ansias y te ayudará a mantenerte motivado.

Sólo premiate una vez por semana

A limitarte a tener un almuerzo fuera de la dieta por semana es mejor para ti metabólica y psicológicamente ya que ayuda a mantener tu plan de largo plazo sustentable.

Calcula la porción

Porcionar tu comida ayuda a recortar las calorías y tenerlas bajo control. Si regularmente consumes 2,000 calorías por día, tu almuerzo de premio debería de encajar ahí, no superarlo.

Hazlo social

Comer un almuerzo de premio solo en casa puede resultar en que comas mucho más de lo que debes. Mejor sal a comer con un amigo o tu pareja o un grupo para que alguien procure que no comas más de lo propuesto.

Vuelve a la rutina cuando termines con tu almuerzo

No dejes que tu almuerzo de premio se convierta en lunes de premio o toda una semana. Si te pasas de un almuerzo, no te sientas mal, estas cosas pasan. Sólo procura volver a la rutina de siempre tan pronto haber terminado con tu premio.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.