Con la manera drástica que ha cambiado todas nuestras vidas en los últimos meses, el cuidado personal se ha vuelto más una necesidad que un lujo.

Esta no es una lista para que te sientas mal por las cosas que no has estado haciendo, trata más de que recuerdes que debes de cuidarte, especialmente en estos momentos difíciles que estamos pasando.

Así que aquí hay unas cosas que deberías de tener en la mente estos días para tu bienestar tanto físico como mental.

Enfócate en lo que puedes hacer

No puedes controlar lo que está pasando en el mundo, pero sí puedes controlar tu ejercicio, dieta, sueño y hasta tu comunicación con tus amigos.

Mantente activa

No se trata de presionarte para tener el físico perfecto, se trata de ocupar la mente y dejar de pensar en todo lo que te esté angustiando por un momento.

Tu mente necesita más atención que tu cuerpo estos días, es tan importante como tus músculos, así que cuídala.

Aliméntate de buenas bacterias

Según los estudios, mientras más diversa sea la comunidad de bacterias en tu tripa, más sano. Pero quizá te preocupen tus finanzas dado a que la comida sana puede ser algo costosa.

Pero siempre puedes comer sano sin gastar tanto dinero, opta por cosas como bayas oscuras congeladas, espinacas, chícharos y elote congelados, verduras frescas como la cebolla, puerro y ajo, carbohidratos de almidones como de avena o lentejas, etc.

Comer más sano mejorará tus defensas y tu bienestar en general.

Respira

Todos nacemos con la capacidad de respirar, pero conforme crecemos y pasa el tiempo, aprendemos malos hábitos al ser expuestos a cada vez más y más estrés.

Vivimos muy rápido, pensamos muy rápido y respiramos muy rápido. Pero si puedes respirar más lentamente, de manera controlada, puedes reducir el estrés para lidiar con todo en la vida mejor.

Respira desde tu vientre, con tu nariz y exhala un poquito más de lo que inhalas, lo cual ayudará para que te relajes. Inhala por cuatro segundos, exhala por seis y repite hasta sentirte mejor.

Ajusta tu reloj biológico

Enfócate en mantener tu ritmo circadiano. Es importante tratar de exponerte a la luz azul a lo largo del día, así que pasa el tiempo que puedas en tu ventana, en tu portico o cualquier lugar en tu casa donde puedas exponerte al cielo si no puedes salir a dar un paseo por la situación.

Sé estricta contigo misma con la tecnología también, impónte una hora donde todo lo electrónico se guarda hasta el día siguiente para mejorar la calidad de tu sueño y tus horarios.

Los horarios sanos son más importantes que nunca estos días.

Medita

La meditación no es una práctica mágica que automáticamente te hará olvidar todos tus problemas de un día para otro. Nos ayuda para tener algo de resiliencia y fortaleza cuando algo malo inevitablemente nos pase en nuestras vidas.

Muchas veces cuando aprendemos a ser presentes nos damos cuenta que la mayoría de nuestros problemas son imaginarios, sólo nos afectan porque no dejamos de pensar en ellos.

Si te enfocas en tu respiración te enfocas en el presente, cuando estás pensando en otras cosas, dejas de vivir el momento en el que te encuentras. Así que siempre que te sorprendas pensando en cualquier cosa, vuélvete a enfocar en tu respiración. Haz esto por unos minutos todos los días y trata de ir aumentando el tiempo que meditas, verás que los resultados son mucho más reales de lo que te imaginas ahorita.

Recuerda que es una práctica, no es cosa que vayas a dominar en los primeros intentos, así que date chance y tente paciencia. Lo agradecerás más adelante.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.