Un día mientras te preparas tu licuado de proteína, te fijas en el envase y te das cuenta que ya pasó la fecha de caducidad. ¿Lo tiras o te lo tomas? Con lo que llegan a costar estos productos quizá no quieras tirarlo así nada más y esto es válido.
Quizá no valga la pena ponerte mal del estómago por tomartelo de todos modos o quizá pierda eficacia.
Ahora para responder tu duda sobre la caducidad de estos productos, pues no son exactamente como la carne o lo lácteos, o sea que no tienes que preocuparte por que te haga daño si está algo pasado de la fecha de vencimiento, al menos de que algo realmente mal esté sucediendo dentro de ese envase.
¿Importa la fecha de caducidad en polvos de proteína?
En realidad no, porque con un ambiente seco, como el que hay dentro de estos envases, es casi imposible que se reproduzcan microbios dentro del polvo. Lo mismo aplica para las proteínas vegetales.
Así que al menos de que estés guardando tus proteínas en lugares cálidos y húmedos, no es probable que te enfermes por consumir la proteína vencida.
¿Qué le pasa a la proteína en polvo después de su fecha de caducidad?
Si disminuyen las propiedades para ayudarte a crear más músculo tras la fecha de vencimento.
Esto es gracias a una reacción química donde la proteína reacciona con el azúcar que queda cuando los manufactureros extraen el suero de la leche, resultando en una descomposición gradual de la lisina.
Sin la lisina, la proteína en polvo se vuelve incompleta para ayudarte con tus metas de fitness.
¿Cómo saber si tu proteína ya se echó a perder?
Si sólo han pasado unos días de la fecha de vencimiento, pon un poco del polvo sobre tu lengua y si sientes que le falta sabor o sabe a cartón, entonces ya perdió mucha de su eficacia.
Si tu producto siempre te supo a cartón, quizá sea hora de buscar otra marca, con razón por qué no se te acaba antes de llegar a su fecha de caducidad.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.