
Aunque la primavera suele asociarse con renovación, flores y energía, no para todos se siente así. Si últimamente has notado que estás más inquieta, irritable o ansiosa, no estás sola. Para muchas personas, la llegada de esta estación también marca un aumento en los niveles de ansiedad. Pero, ¿por qué?
Cambios en la luz y el ritmo circadiano en primavera
La primavera trae consigo días más largos y más luz solar, lo que afecta nuestro ritmo circadiano. Este reloj biológico regula procesos vitales como el sueño, la alimentación y el estado de ánimo. Cuando este ritmo se desajusta, es común sentirte fatigada, desorientada o con dificultad para dormir. La luz intensa durante el día puede hacer que te sientas más activa en las horas incorrectas, lo que altera tu descanso nocturno y genera ansiedad. Además, la falta de sueño afecta directamente tu capacidad para manejar el estrés.
Alergias y su impacto en el cerebro
No es solo el picor en los ojos o los estornudos. Las alergias estacionales son una de las causas más comunes de incomodidad en primavera. Sin embargo, su impacto va más allá de los síntomas físicos. Las reacciones alérgicas pueden desencadenar inflamación en el cuerpo, y estudios han demostrado que esta inflamación afecta también al cerebro. El aumento de la histamina, por ejemplo, puede alterar el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina, lo que puede contribuir a sentimientos de ansiedad y malestar.
Expectativas sociales y presión por “disfrutar”
Primavera también significa que las personas empiezan a planear más eventos y actividades al aire libre. Las expectativas sociales de “aprovechar el buen clima” o de “ponerte al día con todo” pueden ser agobiantes, especialmente si no te sientes con energía suficiente para enfrentarlas. La presión por ser productiva, mantener una vida social activa o incluso disfrutar de la temporada puede generar lo que se conoce como “ansiedad primaveral”. No sentirte a la altura de las expectativas puede aumentar la sensación de ansiedad.
Cambios hormonales y su impacto en el ánimo
La luz solar influye en la producción de hormonas, como la serotonina y la melatonina, que son fundamentales para regular el estado de ánimo y el sueño. En primavera, la exposición al sol puede aumentar la serotonina, lo que, en teoría, mejora el ánimo. Sin embargo, los cambios hormonales pueden generar una especie de montaña rusa emocional, especialmente durante las primeras semanas de adaptación a la estación. Estos altibajos pueden dejarte sintiéndote más ansiosa o irritable de lo habitual.
¿Qué puedes hacer para manejar la ansiedad en primavera?
Para enfrentar la ansiedad primaveral, es fundamental que tomes un enfoque holístico. Aquí hay algunas recomendaciones para suavizar esta transición de estación:
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Cuida tu sueño: Prioriza el descanso y ajusta tu horario de sueño para adaptarte a la nueva luz. Usa cortinas oscuras si la luz solar te impide dormir por la noche.
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Aliméntate bien y mantente hidratada: Una dieta equilibrada ayuda a mantener tu energía estable y mejora tu bienestar emocional. Evita el exceso de cafeína, ya que puede intensificar la ansiedad.
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Haz ejercicio con moderación: Sal a caminar o practicar yoga. El ejercicio te ayuda a liberar tensiones y mejora la producción de serotonina de manera natural.
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Dedica tiempo para ti: No te sientas presionada por cumplir con expectativas externas. Está bien si no tienes toda la energía de la primavera, escúchate y da prioridad a tu bienestar.
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Consulta a un especialista si es necesario: Si la ansiedad persiste o empeora, no dudes en buscar apoyo profesional. La terapia cognitivo-conductual o la meditación guiada son herramientas efectivas para manejar la ansiedad.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.