Ya es tanta la gente con tatuajes que está bastante normalizado en nuestra sociedad actual. Pero con todo y esto, es muy probable que no entiendas realmente cómo funcionan.
¿Nunca te has preguntado qué pasa para que la piel no rechace la tinta y por qué se desvanecen con el tiempo los tatuajes?
La piel consiste en tres capas, cada una con tejidos totalmente diferentes. Existe el epidermis, hasta arriba, el dermis en medio y el hipodermis, también conocido como la capa subcutánea.
Cuando se trata del epidermis, una capa muy fina, los tatuadores tienen que ir más profundo. Esto es porque las células más cercanas a la superficie de la piel se aplanan y mueren para brindar una capa contra la fricción y se descarapelan. El cuerpo puede perder hasta un millón de estas células muertas al día.
Un poco de la tinta termina en esta capa durante el proceso del tatuaje. Eventualmente cualquier tinta que acabe en esta capa se descarapelará, así que la siguiente capa es muy importante para los tatuajes.
La capa dermal, más gruesa, hecha de tejidos densos conectivos, contiene las glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y células fibróticas que producen el colágeno.
Cuando la tinta se deposita en la capa dermal, mucha de esa tinta termina suspendida en la matriz de colágeno y otra porción terminará con los fibrocitos. Pero no es lo único que sucede aquí.
Durante el proceso del tatuaje, la aguja penetra la piel entre unas 50 a 3 mil veces por minuto. Esto crea un trauma en la piel además de inyectarle una sustancia externa. Normalmente el sistema inmune actúa en este momento y empieza el proceso inflamatorio.
En este momento se despliegan los glóbulos blancos e intentarán rodear la tinta y descomponerla. Estas células están acostumbradas a descomponer sustancias biológicas, así que como las tintas pueden incluir plásticos, tintes y hasta algunas sustancias sólidas, los glóbulos blancos no están equipados para descomponer esto.
Así que en lugar de descomponer la tinta, terminan aislando y conteniéndola para que no entre a otras partes del cuerpo.
Cuando estos glóbulos mueren, liberan la tinta que tienen dentro y luego nuevos macrofagos lo rodean y algunas partículas de la tinta terminan en el sistema linfático. Con este proceso que se repite y repite a lo largo de tu vida, los tatuajes se desvanecen lentamente con el tiempo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.