¿Te despiertas con frecuencia por las noches? ¿Así mucho?
¿Nunca te has preguntado si la razón por la que no te puedes quedar dormido no es el estrés? Quizá sea porque tu cuerpo no quiere dormir como tú se lo estas pidiendo.
Según algunos expertos, no es cómo si los humanos siempre estuvimos acostumbrados a ir a la cama después de tus series por las noches. Dicen que antes el método preferido era el sueño bimodal.
La gente se dormiría por unas horas después de que oscureciera y se volvían a despertar unas horas después. ¿Pero qué hacía la gente durante este periodo despiertos por las noches? Pues, se relajarían, reflexionarán sobre sus sueños o tendrían sexo.
Existe algo maravillosamente racional con respecto a esto. Sin ser abrumados por redes sociales o ningún otro tipo de medio de entretenimiento o comunicación, esta gente se despertaría simplemente para reflexionar sobre su existencia o el atractivo de sus parejas.
Pero no todos hacían eso. Algunas personas salían a hacer cosas normales, como coser, leer, cortar madera o planeaban cómo vengarse de sus vecinos por robarles una oveja. Gracias a las lámparas de gas o de aceite, la gente podía hacer de todo por las noches.
Una vez que terminaran lo que sea que estuvieran haciendo, regresarían a la cama y dormirían hasta el amanecer.
Estos patrones de sueño comenzaron a cambiar durante finales del SXVII con los europeos del norte, siendo los primeros en dormir toda la noche debido al clima desfavorable.
Pero claro, actualmente en algunas sociedades modernas, el sueño de dos periodos es común. En España, por ejemplo, es normal dormir por la tarde y luego cenar a las 11 pm.
Según expertos, existen evidencias científicas de que una de las razones que padecemos de desordenes de sueño puede ser porque nuestros cuerpos genéticamente no quieren dormir por un largo periodo de 7 a 8 horas.
Tenemos comportamientos que tienen raíces en nuestro ser desde hace cientos de años. Quizá es el caso con los relojes biológicos de algunos que están listos para dos periodos más breves de sueño en lugar de uno largo.
Aunque claro, hay gente que opta por ambas: una siesta por la tarde y 7 horas en la noche.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.