¿Te pasa que te rascas la cabeza y nada más no importa cuánto lo hagas, no se quita la comezón? Si tu cuero cabelludo no te deja de molestar y no se siente como comezón normal, probablemente te preguntes que si se trata de algo más complicado. ¿Será una alergia? ¿Una infección? ¿Algo más serio?

Aquí te platicamos un poco de las causas más comunes de la comezón terca y cómo aliviarlas.

Las razones más comunes

La caspa es algo que afecta a casi la mitad de la población y tiene tres causas principales: el cuero cabelludo grasoso, una acumulación de piel muerta o productos de cabello o una infección micótica parecida a una de levadura, conocida como malassezia.

Si masajeas tu cuero cabelludo cuando aplicas el shampoo en la regadera, no sólo en el pelo, esto podría remover la acumulación, pero si aún encuentras caspa, usa un shampoo que contenga zinc o ácido salicílico, que tratan los hongos, la acumulación en el cuero cabelludo y la grasa.

Si todavía te da comezón en la cabeza después de esto, es probable que tengas que visitar a un dermatólogo para ver si no se trata de otra cosa.

Las razones ocultas

Ingredientes en algunos productos para el cabello pueden causar una reacción alérgica. Normalmente son las fragancias que causan estas alergias o un agente humectante conocido como propilenglicol.

Si te da comezón en toda la cabeza, deja de usar los productos que contengan estos químicos por una semana. Si la comezón o la irritación desaparecen, cambia tu producto por uno sin fragancias o libres de propilenglicol.

Las altas temperaturas de productos como la secadora, plancha o enchinador para el cabello también pueden secar tu cuero cabelludo y causar comezón, así que manten la temperatura en medio al usarlos.

Si sólo sientes la comezón en un punto en tu cabeza, puede tratarse de algo como psoriasis, una condición autoinmunológica que causa que se levante la piel y se vuelva escamosa. Si tu dermatólogo te diagnostica con esto, usa un shampoo con alquitrán de hulla. Suena raro pero funciona. Tu doctor te puede recetar remedios más fuertes de ser necesario.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.