Tu salud mental es inseparable de tu salud físico. No es un concepto revolucionario, pero es increíble la estigma que aún rodea a los hombres cuando se trata de hablar sobre sus problemas mentales.

En muchos casos, un hombre que habla sobre cualquier problema mental que podría estar padeciendo es visto como débil, inferior, imperfecto, etc. En lugar de demostrar compasión, muchos sienten la necesidad de burlarse o hacerse los ciegos.

O peor aún, escuchamos a un hombre hablar sobre su salud mental y respondemos con “eso suena feo” y cambiar el tema.

9% de hombres padecen de depresión diario. Aunque entendamos lo que se siente la depresión, rara vez admitiremos que lo padecemos. Mentimos y encubrimos los síntomas con excusas como “estoy cansado” o “de mal humor”.

En lugar de buscar ayuda, solemos intentar ahogar nuestros problemas con sustancias, resultando en dependencias adictivas.

Esta actitud de tragarte tus sentimientos e ignorarlos es anticuado y, siendo totalmente sinceros, bastante peligroso.

Está bien no tener todo bajo control o sentirse triste o abrumado. También está bien sentirse triste, ansioso o asustado. No hay problema si no tienes todo resuelto o si de repente sientes mucha incertidumbre y no sabes como superarlo. Todos son sentimientos normales para cualquier ser humano y no hay ningún problema con hablar al respecto. Lo que está mal es sufrir en silencio y aislamiento.

Ya se trate de depresión, ansiedad o hasta depresión post-parto (sí, los hombres también pueden sufrirlo), es importante que sepas que todos estos problemas son mucho más comunes de lo que crees, aunque nadie lo quiera hablar abiertamente.

Así que recuerda que no estás solo y no te vuelve una persona débil buscar ayuda o apoyo. Todos tenemos problemas y nadie es menos por ello.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.