Tu ansiedad ahuyentará a la gente equivocada para ti.

Cuando le pides que te asegure que le importas, puede que se moleste porque ya deberías de saber cómo se siente y que no tuviera que repetírtelo a cada segundo.

Cuando te quedas callado sin razón, o cuando te desmoronas porque tu ansiedad de come vivo, te pregunta por qué tienes que convertir todo en un problema.

Cuando te abres a ellos con tus miedos que no te dejan dormir, te dice que deberías de dejar de preocuparte por cosas tan insignificantes.

Cuando le cancelas al último minuto o le dices que estás demasiado cansado como para dejar la casa, aunque le hayas prometido que saldrían juntos con sus amigos esa noche, te regaña sobre lo irresponsable que eres.

La persona equivocada te hará sentir que eres difícil de amar.

Te hará preguntarte si en realidad estás siendo egoísta. Si deberías de madurar y dejar de tener tanto miedo. Hace que te odies a ti mismo por lo difícil que se te hace socializar. Saca tus mayores inseguridades.

Sin embargo, cuando encuentras a la persona adecuada, tu ansiedad no arruinará la relación. No será un problema que requiera solución.

La persona adecuada quizá no sabrá cómo se siente la ansiedad por experiencia, pero hará lo posible para tratar de entender por lo que estás pasando, para ver las cosas desde tú perspectiva.

Cuando dices que no tienes ganas de salir, agarrará una cobija y disfrutará pasar la noche junto a ti en lugar de quejarse de cuánto quería salir.

Cuando dices que estás bien, te preguntará qué te molesta en lugar de comportarse como su tus emociones fueran una molestia.

Cuando le dices que tienes nervios por ir a una fiesta o manejar en la carretera o por visitar a sus padres, te reconfortará, te tratará de motivar recordándote que tienes lo que necesitas para salir bien de todo. Nunca te hará olvidar tu fortaleza.

Cuando te resistes a ir a un nuevo lugar con esa persona, no te sacará de tu zona de confort. No te obligará a hacer nada que te incomode porque quiere que te sientas con seguridad en todo momento.

Tu ansiedad no ahuyentará a la persona adecuada, se mantendrá a tu lado hasta en tus días más difíciles. No verá tu ansiedad como una carga ni algo que está obligado a aguantar.

Odiará tu ansiedad, pero no porque es una carga tranquilizarte, sino porque odia verte pasándola mal, porque no quiere que te sientas incómodo o inseguro. Por que te ama y desea poderte ayudar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.