Te volteas en la mañana en la cama, miras a tu pareja, sonríes y le dices “buenos días” con un poco de sueño aún en los ojos. Ella se pone verde y te da la espalda.

Nada arruina estos momentos como amanecer con el aliento como si algo se hubiera muerto durante la noche dentro de tu boca.

¿Pero de dónde surge el mal aliento cuando te despiertas? Te cepillaste los dientes antes de dormir y no tienes problemas gástricos, ¿de qué se trata?

Aquí te damos unas soluciones y consejos para que esto no vuelva a pasar:

Sigue la santa trinidad antes de dormir

Quizá en las noches le des unas pasaditas a los dientes con el cepillo por unos segundos. Pero si queda cualquier resto de comida en tu boca, se vuelve alimento para bacterias que en cambio te causan mal aliento.

Así que es sumamente importante que antes de dormir te cepilles bien los dientes, uses hilo dental y un enjuague bucal. No dejes ningún rastro en tu boca de la cena o lo que sea.

Deja de respirar por la boca

Lo más importante que deberías saber del mal aliento es que la saliva es tu mejor amiga. La saliva contiene mucho oxígeno, que mata a las bacterias además de descomponer partículas de comida y los remueve de tu boca cuando tragas. El problema es que produces menos saliva mientras duermes y si respiras por la boca, estás creando una zona seca donde pueden vivir las bacterias.

Esto se soluciona tan sencillamente como dormir de lado o boca abajo. Quizá necesites un descongestionante para respirar por la nariz.

Evita el alcohol

Si la boca seca es mala, entonces el enjuague es tu amigo, pero procura que no tenga alcohol ya que esto te seca más la boca.

Cepillate la lengua

Si estás haciendo todo lo que debes para cuidar tu boca y aún te ruge la boca, quizá estés ignorando la lengua. Muchísimas bacterias que causan mal aliento se encuentran aquí, no las dejes atrás.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.