Ya sea que estés yendo a terapia y necesitas ayuda entre sesiones o simplemente no puedes acudir con un profesional ahorita, estas estrategias de comportamiento cognitivo podrían ayudarte a salir de momentos de pánico cuando tu estado de ánimo toca fondo:

El truco del hielo

Ponte una compresa de hielo debajo de los ojos, justo arriba del pómulo por treinta segundos. La incomodidad podría distraerte cuando no puedes controlar tus pensamientos. El frío en esta área también causa un reflejo en el sistema nervioso parasimpático, alentando el ritmo cardiaco y la respiración, que puede ayudarte a llegar a esa sensación de tranquilidad.

El truco de la basura

Escribe pensamiento negativos en un papel, cosas como “no puedo hacer nada bien”, luego piensa sinceramente si expresan hechos o simples opiniones. Investigaciones muestran que nuestros pensamientos con frecuencia están distorsionados de maneras que nos hacen sentir mal. Esta clase de actividad puede ayudarte a identificar cuales son los pensamientos que ayudan y cuáles no y te ayuda a pensar de manera más realista.

El truco de las escaleras

Siéntate cómodamente, cierra los ojos y respira profundo. Visualiza cada detalle de ti bajando unas escaleras en espiral. Todo desde la iluminación hasta la sensación del barandal en tu mano o el sonido de cada paso que haces con cada escalón. Mientras mejor puedes visualizar y sumergirte en este ejercicio mental, menos espacio habrá para pensamientos dañinos e intrusivos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.