Una rutina regular de ejercicio es importante para tu cuerpo, pero no si te impide tener resultados. Eventualmente tu cuerpo se adapta a los requisitos y exigencias de entrenamiento que le impones. ¿Te preguntas si padeces de fatiga de entrenamiento? Aquí hay unas señales para saber que esto te esta sucediendo:

1. Haces todas tus repeticiones sin esfuerzo

Si siempre haces ejercicio del mismo nivel, tu cerebro prepara tu cuerpo para la carga de trabajo que se acerca. Por lo tanto, tus músculos no sentirán tanto la carga y tu progreso se estancará. Al cambiar modificar un poco tu rutina conseguirás que la carga siempre sea constante y seguirás viendo cambios en tu cuerpo.

2. Siempre recorres la misma distancia en media hora

¿Siempre estas corriendo con una intensidad, distancia o frecuencia consistente sin incrementar o cambiar alguno de estos variables? Es tiempo de acelerar el ritmo. Puedes correr más rápido o incrementar la distancia que recorres en la semana.

3. Tus piernas se sienten fuertes, pero tus brazos no

En estos casos la solución suele ser tener más variedad en tu rutina. Analiza la semana entera de tu rutina y pregúntate si estas ejercitando cada grupo de músculos y si estas haciendo ejercicios cardiovasculares, de fortaleza, agilidad y flexibilidad.

4. No te quedas sin respiración durante tus rutinas de alta intensidad

Cuando tu cuerpo se acostumbra a la misma rutina, no necesita usar tanta energía como antes, así que la conserva, haciéndote sentir menos cansado. También te darás cuenta que te sientes menos cansado y adolorido como resultado, lo cual significa que no vas a notar cambios y no quemarás tantas calorías.

5. Puedes cantar toda la letra de tu playlist mientras haces ejercicio

Si puedes cantar en voz alta mientras haces ejercicio, estas ejercitando a un nivel moderado, máximo. Así que tienes que impulsarte más e incrementar la carga de trabajo o reduce el tiempo de los intervalos de recuperación durante tu próxima sesión.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.