Empezar una rutina de ejercicio puede ser divertido, pero mantenerla puede ser un desafío. Hay muchas otras cosas que surgen durante el día, y quizá parezca imposible mantener la motivación. Estos consejos te pueden ayudar a mantener tus planes.
Haz que el ejercicio sea divertido
Sin importar cuál sea tu actividad o plan, hazlo divertido. Una actividad divertida crea una buena actitud hacia ella. Sin embargo, el factor de diversión del ejercicio tal vez no siempre sea aparente. Hay métodos para mantenerte interesado y ayudarte a que cumplas con tu plan. Además del factor de diversión, el mejor método es añadir variedad. ¡Mezcla varios tipos! A continuación, te ofrecemos algunos consejos:
La variedad le da sabor al ejercicio
Puedes incluir variedad en el plan. Por ejemplo, cada mes puedes probar una sesión de ejercicio distinta, en especial mientras tratas nuevos ejercicios. Te ayudará a decidir qué tipo de ejercicios te gusta más. Por supuesto, como siempre que añades un nuevo ejercicio, empieza despacio para darle al cuerpo la oportunidad de ajustarse a los nuevos retos. Mantenerse sin lesiones es obviamente esencial, en particular cuando otra persona cuenta contigo para cuidarla.
Establece metas
Una herramienta de motivación que a menudo se pasa por alto es el establecimiento de metas. Las metas te ayudan a mantenerte motivado, ayudan al desarrollo de tu programa de ejercicios y ayudan a aumentar tu resistencia física. Un cuidador que empieza a ejercitarse no necesita tener una meta definida para comenzar a hacer ejercicio. Aliviar el estrés, dormir mejor y mantener nuestra salud para el ser querido a quien cuidamos son algunas de las razones para seguir haciendo ejercicio.
Mantener un plan de ejercicios o una meta personal, incluso una que sea egoísta, es esencial. Está bien decir que quieres verte mejor, igual que está bien decir que quieres ser más fuerte para enfrentar los largos días venideros. Metas que se centran en declaraciones como “quiero ser lo suficientemente fuerte para levantar a mi ser querido de la cama sin lastimarme la espalda” son igualmente importantes que “quiero aumentar mi acondicionamiento cardiorrespiratorio para que no me falte el aire cuando subo escaleras”, “quisiera verme más delgado” o “quisiera no estar tan cansado todo el tiempo”. Establecer metas te mantiene enfocado y en búsqueda de los resultados y beneficios del ejercicio. Estas metas deben ser concretas, medibles y divididas en pasos más pequeños. El éxito de lograr cada paso debe festejarse, y hasta premiarse.
Elabora un plan de acondicionamiento
Si no se te ocurre cómo elaborar un plan de acondicionamiento, consulta a un entrenador personal acreditado. Estos profesionales capacitados evaluarán tus necesidades, estado de salud y capacidad y elaborarán un plan basado en tus intereses. Después, te orientarán y darán instrucciones según sea necesario. Los entrenadores se usan exactamente con este fin: recibir un servicio completo e integral. Algunos hasta vienen a tu casa y traen el equipo necesario. Asegúrate de que busques uno que se adapte a tu horario y entienda las limitaciones que tienes como cuidador. ¿No sería bueno ser quien recibe atención de otra persona para variar?
Anota tus razones para hacer ejercicio
No te olvides de anotar tus metas. Una cosa es pensar que quieres comenzar a hacer ejercicio. Pero a medida que transcurre el día y enfrentas todos sus retos, puede ser fácil olvidarse y volver a tu antigua forma de pensar. Anota todas las razones por las cuales quieres hacer ejercicio y mantén la lista en un lugar visible. Una lista de tus metas puede ser un elemento importante que te ayudaré a cumplir con una rutina de ejercicio.
Fuente: AARP