Llevar a cabo una rutina de ejercicio más dura no sólo se trata de agregar segundos y repeticiones a cada ejercicio. Según un nuevo estudio, la manera en la que respiras durante el ejercicio puede cambiar la calidad del ejercicio. Con unos trucos sencillos con la respiración puede hacer que cada repetición tenga mayor impacto sobre tu cuerpo.
Aquí hay tres secretos que pueden hacer que cada segundo de ejercicio que hagas valga más para fortalecer tus músculos y que cada repetición sea infinitamente más eficiente.
Exhala completamente
El punto con la mayoría de los ejercicios para el abdomen es enseñarle a tu cuerpo a proteger tu columna al no extender de más tu espalda. Exhalar completamente antes de hacer un ejercicio hace que se relaje tu tórax en lugar de expandirse, lo cual brinda una mejor posición para ayudar tu columna y activar tu abdomen. Antes de cualquier movimiento del abdomen, exhala completamente para que tus costillas estén abajo y mantén esa posición a lo largo de cada repetición. Respira profundo en esta posición cuando hagas ejercicio.
Cuenta tus respiros, no las repeticiones
Si no controlas tu respiración mientras ejercitas tu abdomen, sólo estas activando la porción externa de tu abdomen. Al respirar profundo y relajadamente permites que tu cuerpo active y fortalezca tu abdomen profundo. Ejercitar estos músculos brinda mayor estabilidad, lo cual puede hacer tu cuerpo más eficiente para llevar a cabo casi cualquier tarea física.
En lugar de llevar la cuenta de tu ejercicio con segundos o repeticiones, calcula tu ejercicio con cada respiro. Intenta llenar tu torso con aire con cada respiro y luego exhala forzosamente hasta sacar todo el aire. Estas respirando lo suficiente profundo si tu espalda inferior y los lados, no tu pecho, se expanden con cada respiro.
Arquea la espalda
Según el dogma de levantar pesas, nunca deberías de arquear la espalda baja. Pero en realidad es muy beneficioso arquear la espalda superior durante ejercicios abdominales en el suelo, como lagartijas. La mayoría de la gente tiene espaldas superiores tensas. Arquear la espalda y respirar en esa posición libera la tensión y afloja esos músculos, lo cual puede ayudar a evitar lesiones.
Para hacer esto, imagínate empujando tu esternón hasta el techo, luego respira profundamente, intentando llentar tus pulmones con aire con cada respiro.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.