¿Te despiertas sintiéndote mal? Seguro es culpa de tus noches de bebida ya que consumir alcohol antes de dormir reduce drásticamente la calidad de tu sueño.
Resulta que mientras duermes con alcohol en el sistema, tu cuerpo pasa más tiempo despierto, sueñas menos y tu corazón late más rápido.
En una noche normal, tu sueño tiene un ciclo entre el sueño profundo, cuando tu cuerpo se recupera, y el REM, cuando tu cerebro se resetea para el día siguiente.
Pero cuando estas alcoholizado, no llegas a la parte del REM como debes. Y no te dejes engañar, aunque el alcohol haya sido la razón por la que te quedaste dormido y nada te despierta, en realidad mantiene tu cuerpo activo durante toda la noche.
Esto pasa porque tu cuerpo nunca apaga tu sistema nervioso simpático, que te mantiene alerta a lo largo del día. Por lo tanto, tan pronto se termina el efecto del alcohol te despierta tu sistema nervioso simpático.
Esto es todo lo que pasa a lo largo de la noche:
1 a.m.: Después de una larga noche bebiendo, por fin vas a la cama.
Te quedas dormido más rápido porque el alcohol es un depresor, así que te quedas dormido unos 15 minutos antes de lo normal y entras antes al sueño profundo. El único problema es que tu corazón esta latiendo considerablemente más rápido de lo normal a esta hora.
2 a.m. Aún tienes los zapatos puestos
El alcohol te mantiene sedado, así que tu sueño no es interrumpido. Pero no estas soñando, estas más bien inconsciente pero con el corazón latiendo más rápido. Estarás dormido, pero tu cuerpo no esta descansando.
3 a.m. Duermes como bebé
El alcohol retrasa la llegada del sueño REM y además lo reduce en un 9% durante la primera mitad de la noche. Esto te deja cansado en la mañana.
5 a.m. Estas debajo de las cobijas
Ya no te encuentras en el sueño profundo y conforme se van disipando los efectos del alcohol, tu sistema nervioso simpático entra en acción. Como resultado, te despiertas con 17% más frecuencia de lo que deberías a lo largo de la segunda mitad de la noche.
6 a.m. Estas soñando sin tranquilidad
Para estas alturas, tu cuerpo ya habrá metabolizado mucho del alcohol y te cuesta trabajo quedarte dormido. Te despiertas a cada rato sin saberlo. Tu corazón esta latiendo más rápido y sabes que le día que te espera será largo.
8 a.m. Te rindes y decides ya salirte de la cama
Quieres seguir durmiendo, pero tu sistema nervioso simpático no te lo permite y el efecto del alcohol ya se acabó. Resulta que faltan horas antes de que hubieras cumplido tus horas mínimas de sueño pero ya no puedes quedarte dormido otra vez. Así que te despiertas cansado y lamentando la noche anterior.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.