Todos solemos tener nuestro propio ritmo en la vida. Algunos hablan, caminan o comen más rápido o más lento que los demás.

Las distintas velocidades conllevan sus pros y sus contras. Caminar más rápido, por ejemplo, quema más calorías que si caminaras más lento.

Así que alguien que le está costando trabajo bajar de peso debería de caminar más rápido y comer más lento. No es sorpresa que en el gimnasio cada quien tenga su propio ritmo. Ahora la duda es cuánta es la diferencia que hace esto.

Cuando se trata de levantar pesas, uno intenta tomar alrededor de 3 segundos levantando y otros 3 bajando la pesa. Sin embargo, según estudios, no existe gran beneficio por hacer el ejercicio demasiado lento. Levantar pesas extremadamente lento reduce la activación muscular hasta una tercera parte.

Cuando tu meta es pura fuerza, lo más importante es levantar la pesa lo más rápido posible sin importar cuánto se mueva en realidad.

Pero también es muy importante en qué te enfocas mientras levantas las pesas.

El entrenamiento de fortaleza utiliza tres mecanismos primarios: la tensión mecánica (el esfuerzo que hace el músculo para mover la pesa), daño muscular y el estrés metabólico.

Estos variables los solemos manipular incrementando la carga o el volumen del trabajo (haciendo más repeticiones). Pero ambas tácticas tienen límites impuestos por nuestros genes y horarios.

Si lo que buscas es aumentar la masa muscular, disminuir el ritmo puede ayudar a incrementar la tensión para músculos específicos.

Pero si disminuyes el ritmo demasiado, tienes que reducir el peso tanto que terminas limitando la tensión mecánica. Se sentirá como si estuvieras trabajando más duro, pero tus músculos podrían no estar trabajando tan duro como para estimular el crecimiento.

El mejor ritmo para levantar pesas, la mayor parte del tiempo, es uno que te permita enfocarte en los músculos que quieres engrandecer.

Esta estrategia requiere que visualices el músculo que quieres fortalecer y conscientemente dirigir tu atención hacia este músculo durante el ejercicio.

Según estudios puedes lograr una mayor activación muscular con atención enfocada en estos músculos y esta activación mayor estará vinculado a mejor crecimiento muscular.

Pero con mayor peso en ejercicios que requieren de varias articulaciones, como sentadillas, por ejemplo, lo último que quieres es enfocarte en tu interior. Debes enfocarte en levantar el peso, no en qué músculos están activos.

Así que en conclusión, si tu meta es aumentar el tamaño de tus músculos, haz el ejercicio despacio como para poderte enfocar internamente en los músculos que quieres ejercitar. Cuando lo que buscas es fortalecimiento y fuerza, enfocate externamente al completar cada repetición tan rápido como puedas sin afectar tu forma.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.