¿Alguna vez has creído que tu perro a la baja te hace ver como que te caíste y no puedes levantarte? ¿O nunca has pensado que todos saben el secreto de savasana excepto tú?
Aquí te contamos sobre algunos de los errores que cometen los yogis con frecuencia para que tú puedas evitar cometerlos también y sacarle el mayor provecho a tu yoga.
1. Sukhasana
También conocida como la pose fácil, sukhasana, que significa sentarse con las piernas cruzadas, es todo menos simple. Para hacer la meditación más cómoda, siéntate sobre un bloque, una cobija o cualquier cosa que te de más soporte. Esto permitirá que tus huesos al sentarte se muevan hacia atrás un poco y te ayude a crear una curva más óptima para tu columna.
2. Estar pendiente de tu respiración
Ya sea que apenas comienzas o has practicado yoga por años, enfocarte en tu respiración por tanto tiempo puede sentirse un poco abrumador. Si no puedes despejar la mente por una hora, quizá sientas que estás fallando a esto del yoga. Pero en realidad con cinco o diez minutos silenciosos enfocándote en tu respiración puede ser suficiente. No te preocupes si se te olvida y te desconcentras, simplemente empieza donde lo dejaste.
3. Perro frente a la baja
Si hay una pase de yoga que todo mundo conoce, es esta. Pero si pasas demasiado tiempo sentado o no eres muy flexible, esta pose puede ser un poco dolorosa para ti. Si sientes mucha tensión en la espalda baja, está bien que flexiones un poco las rodillas mientras levantas la cadera hacia el techo.
4. Chatarunga
Es básicamente una lagartija pero en yoga, se lleva a cabo varias veces en una clase típica de yoga. También es la pose que más seguro estás haciendo mal. Es muy difícil y aunque seas muy fuerte, mucho puede salir mal con esta pose. Para perfeccionar esta pose, enfócate en tu alineación de pie en tadasana. Acomoda tu cabeza sobre tus hombros, hombros sobre pelvis, pelvis sobre rodillas, rodillas sobre pies. Luego lleva esta pose al de tablón, manteniendo todo tu cuerpo integrado conforme te vas hacia delante a chaturanga, doblando los codos no más de 90º.
5. Pose de puente
Con frecuencia la gente gira sus pies hacia afuera, tienen las rodillas abiertas y aprietan los glúteos. Esto hace más angosta la parte trasera del pelvis y puede lastimar tu espalda. En vez deberías mantener tus pies y rodillas paralelas y trabajar con tus muslos interiores en vez de tus glúteos. Aprieta un bloque entre tus muslos para ayudar a calentarlos, lo cual crea espacio en tu espalda baja y brinda mucho alivio.
6. Pararse sobre los hombros
Se considera una de las poses de yoga más importantes por su capacidad de fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, aliviar el sistema nervioso y mejorar la condición del corazón, entre otros beneficios. Pero aunque pueda ser muy terapéutico, también puede ser una de las poses más peligrosas de yoga si no lo haces correctamente. Esto es porque muchos yogis se apoyan sobre su cuello en lugar de los hombros. Se recomienda que no intentes esta pose si de plano no sabes lo que estás haciendo. Si haces la pose de puente con algo apoyando tu espalda te dará los mismos beneficios sin ponerte de cabeza y poner tu cuello en riesgo.
7. Savasana
¿Nunca has sentido que al final de la clase estás acostado pero eres el único que no se siente relajado? En vez de pasar 5 a 10 minutos esperando a que el instructor les diga que se pueden ir, busca una pose más cómoda para ti. Pon algo debajo de tus rodillas, acuéstate de lado o poniendo tus piernas contra la pared son opciones válidas. Rendirse es lo más difícil, por lo cual no es fácil esta posición y si no estás cómodo, no hay manera de lograr el propósito de esta pose.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.