Quizá tu taza de café no sea tan milagroso como te gustaría creer. Según un nuevo estudio, la cafeína pierde su eficacia cuando te falta sueño con demasiada frecuencia.
En el estudio, investigadores restringieron a un grupo de participantes a 5 horas de sueño cada noche por cinco días. Uno de los grupos recibió 200 mg de cafeína, más o menos lo que encontrarás en un café típico, dos veces al día, mientras el otro grupo tomaba un placebo.
Durante las primeras noches de sueño corto, aquellos que recibieron la cafeína se sintieron más alertas, tenían mejor estado de ánimo y tuvieron un mejor desempeño en pruebas de respuesta física que aquellos con el placebo.
Pero en la tercera noche, el grupo de cafeína no experimentó una diferencia notable en su estado de alerta y desempeño en comparación con el grupo que tomó el placebo. Incluso reportaron sentirse más irritados, frustrados y nerviosos.
Los investigadores no están seguros de exactamente por qué los efectos de la cafeína pierden eficacia después de unas noches sin un buen descanso.
Creen que tiene algo que ver con cómo funciona en primer lugar la cafeína. Cuando la cafeína se enlaza con los receptores en tu cerebro por un químico que induce el sueño, llamado adenosina, te hace sentir más alerta. Pero cuando continúas de privarte de sueño, tu cuerpo produce más adenosina.
Es posible que estás moléculas adicionales podrían estar empujando a la cafeína lejos de los receptores, previniendo sus efectos estimulantes.
Se requiere de mayor investigación para determinar si incrementar la dosis de cafeína puede ayudar. Pero cuando consumes demasiado, más de 400 mg en un día de cafeína, incrementan las oportunidades de sentir sus efectos negativos, como irritabilidad e inquietud.
Lo mejor es darle a tu cuerpo el descanso que necesita y permítete entre 7 a 9 horas de sueño por noche para recuperarte. De no poder hacer esto, una siesta al día ayuda mucho.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.