Para las mujeres con interés en el fitness, la prueba muscular puede sonar bastante intrigante. Pero resulta que tiene poco que ver con el fitness…o incluso con los músculos.
Básicamente, la prueba muscular consiste en observar un músculo y luego determinar que algo puede no estar bien con una parte del cuerpo completamente diferente. Por lo general, se trata de una cuestión interna contra una externa, como tener un problema con el músculo de la pantorrilla, lo que puede señalar algún tipo de problema con cualquier órgano interno.
Es importante mencionar desde el principio que la prueba muscular no te diagnostica un problema específico, pero las personas que la defienden dicen que puede ayudarte a identificar áreas de tu salud en las que necesitas trabajar.
Es cierto que la prueba muscular no se considera el proceso más científico que existe. Es decir, no hay realmente estudios sólidos que respalden su uso y, por esa razón, no es algo que muchos médicos practiquen.
Sin embargo, cada vez hay más interés en la prueba muscular y es comprensible que tengas preguntas al respecto, incluyendo si puedes probarla en casa contigo misma.
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre la prueba muscular, cómo funciona y por qué sigue siendo importante consultar a un profesional médico si sospechas que algo no está bien con tu salud.
¿Qué es la prueba muscular?
La prueba muscular, también conocida como kinesiología aplicada, fue desarrollada por un quiropráctico de Michigan llamado George J. Goodheart, Jr. En 1964, él afirmó haber solucionado el problema crónico de la escápula alada (músculos de la espalda débiles o paralizados) de una paciente al presionar nódulos cerca de la caja torácica.
La práctica se expandió a partir de ahí, y se realizaron pequeños estudios que intentaban establecer vínculos entre cosas como el consumo de fructosa o glucosa y la fuerza de los brazos.
A menudo se considera una práctica médica alternativa para diagnosticar problemas neurológicos, estructurales, químicos o mentales.
Los tratamientos pueden implicar manipulación o movilización específica de las articulaciones, diversas terapias miofasciales, técnicas craneales, acupuntura, cambios en la dieta, habilidades de asesoramiento y evaluación de irritantes ambientales.
Pero nuevamente, no hay una investigación sólida sobre el método en general que respalde su efectividad, aunque hay datos limitados que sugieren que no funciona. Por ejemplo, un pequeño estudio concluyó que la kinesiología aplicada “no es confiable” para verificar si alguien tiene alergia al veneno de las avispas.
¿Cómo se realiza la prueba muscular?
La prueba muscular puede resultar un poco vaga y parte de ella queda abierta a interpretación. Hoy en día, cuando se habla de la prueba muscular, por lo general se hace referencia a quiroprácticas, nutricionistas (no confundir con dietistas registradas), médicas naturópatas, fisioterapeutas o masajistas.
En general, la comunidad médica no utiliza estos enfoques porque se considera que los estudios carecen de estandarización para poder compararlos con normas. Por lo tanto, se considera que las pruebas tienen un nivel de utilidad o confiabilidad bajo en lo que respecta al diagnóstico para tomar decisiones sobre la salud.
¿Sigues interesada? Hay diferentes tipos de pruebas musculares, que incluyen el tratamiento de inserción (como el ejemplo de la escápula alada), el método de desafío vertebral (donde se aplica presión a la columna vertebral), la técnica de localización terapéutica (donde colocas una mano que no estás probando sobre un área del cuerpo que se cree que está luchando) y la prueba muscular manual.
La prueba muscular manual evalúa la función y la fuerza de músculos individuales o grupos musculares en relación con las fuerzas de la gravedad y la resistencia manual. Un profesional de la salud evaluará si un músculo es fuerte o débil aplicando presión manual y te pedirá que resistas esa presión. La prueba muscular manual se califica en una escala del cero al cinco.
Pero estas pruebas tienen limitaciones, ya que a veces se utilizan para evaluar necesidades nutricionales o la presencia de estrés mental/emocional, aunque no hay realmente investigaciones que respalden que esto funcione.
¿Puedes hacer la prueba muscular por tu cuenta?
Sí, más o menos. Podrías intentar hacer la prueba muscular en casa, pero es poco probable que te diga mucho. Si bien no hay datos que sugieran que la prueba muscular cause daño directo, no se recomienda realizarla en casa. Esto se debe principalmente a los problemas asociados con la prueba muscular y a la falta de una investigación clara que respalde la estandarización y el protocolo.
En lugar de eso, si te preocupa que puedas tener músculos débiles (o cualquier otro problema de salud subyacente), te recomendamos que consultes a tu médico. Las recomendaciones para recibir una atención adecuada, que podrían incluir fisioterapia y/o neurología, podrían ayudar a corregir esa debilidad muscular y restaurar la función.
La fisioterapia es una excelente manera de abordar los músculos débiles. Consultar con un profesional de la salud te permitirá crear un plan de atención que establezca un programa para trabajar en músculos específicos o grupos musculares que necesitan fortalecerse, al tiempo que se implementan ejercicios e intervenciones óptimas para obtener resultados.
Básicamente, si te preocupa que estés experimentando debilidad muscular, lo mejor es que lo consultes con un proveedor médico con licencia. Y si crees que tienes una afección de salud no diagnosticada, consulta a tu médico de atención primaria.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.