Si quieres entrenar pero también eres una persona muy ocupada y nunca tienes tiempo para una sesión completa en el gym, no te preocupes, aquí te echamos una mano.
Te compartimos aquí tres cosas que puedes hacer para sacarle el mayor provecho a una sesión de entrenamiento de 30 minutos o menos, para esos días que nada más no puedes con las prisas.
No olvides la preparación
Si estás corta de tiempo, podría ser tentador saltarte el calentamiento en tu rutina, pero esto podría resultar en que pierdas más progreso además de que te expones a lesionarte.
El calentamiento no tiene que durar mucho para ser efectivo. Un par de minutos es todo lo que necesitas para que tu cuerpo y tu cerebro estén aclimatados y listos para el trabajo que viene.
Dependiendo de cuál sea tu enfoque, haz movimientos de calentamiento que usen las mismas partes del cuerpo que trabajarás. Puedes usar una banda de resistencia, una barra sin pesas o tu propio cuerpo para no andar perdiendo el tiempo con equipo.
Hay que entrenar para fuerza
Puede ser tentador hacer una de esas rutinas de alta intensidad que te dejan el cuerpo ardiendo al final, los resultados deben ser los mejores que puedes conseguir, ¿no?
Pues en realidad, si estás sacrificando tiempo para tu rutina, es mejor que te enfoques en ejercicios de fortaleza para sacarle el mayor provecho a un entrenamiento corto.
Termina tu entrenamiento con algo intenso
Cierra tu sesión con unas buenas contracciones musculares de calidad, ya sea algo que te haga trabajar equilibrio y fuerza, algo que te de acondicionamiento o ambos. Algo que te haga sudar y los brazos y las piernas temblar, pero que puedas sostener por esos últimos minutos sin morir en el intento.
Ahora, otra cosa importante es que entrenes por tiempo y no por repeticiones cuando estás trabajando con poco tiempo. Aprovecha cada minuto al máximo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.