La ansiedad es de lo peor y es muy fácil sentir que pierdes el control. La sufrimos por años asumiendo que es el estado normal de cualquier persona. Pero la verdad es que no lo es.
Si alguna vez has sentido que se te va la ansiedad de las manos y pierdes el control, sabes que es una experiencia muy desagradable, pero no es nada de qué apenarte.
La próxima vez que sientas que no puedes con la ansiedad, aquí hay unas cosas que deberías de recordar:
La ansiedad pasará
Se siente abrumador ahorita, pero recuerda que igual que otras veces que ha pasado lo mismo, esto va a pasar. No va a durar para siempre, tendrá un fin y llegará más pronto de lo que sientes.
Estás haciendo las cosas muy bien
Si te sientes abrumada de repente con todo lo que tienes que hacer, recuerda que lo estás haciendo muy bien, el hecho de que estés aquí y haciendo las cosas ya es un logro, así que no seas tan dura contigo misma.
Toma un paso a la vez
Será un cliché, pero se dice mucho por algo, porque es completamente cierto. Si sientes que tienes mucho en tu plato, recuerda que hagas todo un paso a la vez. Lo más difícil es empezar, así que ya lo demás será más fácil, recuerda eso. Ya que empieces verás que fluirá todo.
Date un momento para respirar
Respiramos todo el tiempo, de lo contrario moriríamos. Pero nunca nos damos el tiempo para respirar conscientemente. Date un par de minutos al día o cuando sientas que tu ansiedad te empieza a amenazar con atacar para cerrar los ojos y concentrarte en nada más que tu respiración.
Verás que esto cuando lo vuelvas hábito tendrá efectos fuertísimos en ti.
Tú tienes el control, no tu ansiedad
Cuando te da un ataque de ansiedad puedes sentir que pierdes todo el control, pero recuerda que eso es una mentira que tu ansiedad te quiere hacer creer.
Tú tienes el control, repítelo como un mantra y aunque no te lo creas, verás que eventualmente te la creerás. Tú eres más fuerte que tu ansiedad, dile a tu cerebro quién manda en esta situación.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.