¿Sabías que cada vez más personas están haciendo ejercicio al aire libre?

Según datos recientes, esto se debe en parte a los hábitos que adquirimos durante la pandemia. De hecho, más del 50% de las mujeres hacen ejercicio al aire libre y dedican en promedio cinco horas por semana a esta actividad.

Pero todo este tiempo al aire libre (aunque por lo general es genial) puede tener un efecto no tan bueno en nuestra piel: las personas que hacen ejercicio con frecuencia tienen un mayor riesgo de melanoma.

Esto no significa que debamos dejar de hacer ejercicio al aire libre. De hecho, todo lo contrario: mantenernos activas tiene sus propias ventajas únicas en relación con el cáncer. Según investigaciones, las personas que hacen ejercicio con regularidad antes y después de un diagnóstico tienen mejores resultados de supervivencia para 11 tipos diferentes de cáncer.

Lo que todo esto nos dice claramente es que es fundamental ser diligentes para proteger nuestra piel del daño causado por los rayos UV.

Entendemos que durante los entrenamientos al aire libre, priorizar el uso de protector solar puede ser un reto. Es probable que estés pensando más en fuerza y resistencia que en el cáncer de piel. Sin embargo, vale la pena hacer el esfuerzo y planificar estrategias para que sea más intuitivo y menos engorroso.

Haz que la protección solar funcione para ti al aire libre

Lo primero y más importante es usar un protector solar de amplio espectro en todas las áreas de piel expuestas. Asegúrate de elegir un producto etiquetado como resistente al agua o al sudor para que dure durante todo tu entrenamiento.

Además, trata de planificar tus actividades al aire libre para la mañana temprano o más tarde en la tarde, evitando el sol entre las 10 a.m. y las 2 p.m., cuando el índice UV es más fuerte.

Incluso mejor, incorpora ropa protectora en tu arsenal. También toma antioxidantes orales 30 minutos antes de períodos prolongados de exposición al sol. Piensa en ellas como una capa adicional de protección.

La importancia de reaplicar el protector solar no se puede subestimar. Sugerimos aplicar otra capa de protector solar en tu piel cada vez que estés al aire libre durante más de 90 minutos, y antes si vas a nadar o si sudas mucho.

Dado que reaplicar el protector solar en la piel sudorosa no se siente bien, seca suavemente las áreas brillantes con una toalla para eliminar el exceso de sudor antes de aplicar una capa fresca. Los productos en barra son excelentes opciones para llevar contigo, ya que se pueden guardar fácilmente en una bolsa de gimnasio, un chaleco para correr o una riñonera.

Recuerda, proteger nuestra piel del daño solar es crucial, incluso cuando estamos activas. No permitas que el cáncer de piel sea un obstáculo para tu bienestar y tu vida saludable. ¡Cuídate y disfruta del ejercicio al aire libre de manera segura!

Publicado por Othón Vélez O’Brien.