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Haz ejercicio para sentirte bien, no para verte bien

Nos han enseñado que hacer ejercicio es una forma de “arreglarnos”: bajar de peso, tonificar, tener el cuerpo “ideal”. Pero esa narrativa está desgastada, y además es dañina. El movimiento también puede (y debe) ser una forma de conectar contigo, no una herramienta de castigo o transformación estética.

El cuerpo no necesita una meta para moverse

Hacer ejercicio no debería estar condicionado a “verte bien en bikini” o “quemar lo que comiste”. Mover el cuerpo puede ser un acto de autocuidado, un desahogo emocional o simplemente una forma de reconectar con tu energía.

Un estudio publicado en Journal of Health Psychology encontró que cuando las personas se enfocan en los beneficios inmediatos del ejercicio —como el bienestar emocional o el aumento de energía— es más probable que mantengan el hábito a largo plazo, en comparación con quienes se enfocan solo en la apariencia.

Y es que el ejercicio también es salud mental: ayuda a liberar endorfinas, reduce la ansiedad y mejora la calidad del sueño. Como lo señala Mayo Clinic, con solo 30 minutos de movimiento al día puedes mejorar significativamente tu estado de ánimo.

Si lo odias, tal vez no es el tipo de ejercicio para ti

No tienes que sufrir con una rutina de gimnasio si no es lo tuyo. Puedes encontrar formas de moverte que sí disfrutes: bailar, nadar, hacer yoga, caminar con tu perrita o probar una clase de box o pilates reformer.

En esta nota te dejamos 7 formas de reconectar con tu cuerpo a través del movimiento para ayudarte a explorar desde otro lugar lo que significa ejercitarte sin presión.

Hazlo por ti, no por los demás

El ejercicio no tiene por qué ser un proyecto de mejora estética. Puedes decidir moverte por cómo te hace sentir, por la paz mental que te da, por la fuerza interna que te construye. Al final, tu bienestar no tiene que verse de una forma específica para ser válido.

Publicado por Redacción.