Si vives en una ciudad con mucha contaminación del aire y eso lo estas usando como pretexto para no hacer ejercicio, pues con la pena, tienes que buscarte una nueva excusa.
Incluso en ciudades altamente contaminadas, los beneficios del ejercicio superan los daños que te puede causar el contaminación con relación al riesgo de muerte temprana.
Es sabido que la gente que tiene mucha actividad física tiene menor probabilidad de morir prematuramente y que la contaminación puede causarla. La actividad física incrementa la entrada de aire que respiramos y la acumulación de contaminantes en nuestros pulmones, lo cual podría incrementar los efectos dañinos de la contaminación durante el ejercicio.
La contaminación con frecuencia es percibida como una barrera contra el ejercicio en zonas urbanas. Ante el problema de salud debido a un incremento de la inactividad física y la obesidad en las sociedades modernas, estos descubrimientos apoyan a los esfuerzos por promover el ejercicio, incluso en zonas urbanas con altos niveles de contaminación de aire.
Sin embargo, la gente debería hacer ejercicio en áreas verdes, parques, bosques o cualquier lugar con menor contaminación, lejos de vías automovilísticas.
Este es el primer estudio que se ha llevado a cabo con respecto a la actividad física junto con la mortandad con relación a la contaminación del aire. Esta basada en datos tomados por 52,061 de sujetos entre los 50-65 años en la ciudad de Copenhagen.
Los sujetos reportaron sus actividades físicas entre 1993-97, incluyendo deportes, ciclismo, caminar y trabajo en el jardín. Los investigadores tomaron en consideración los niveles de contaminación del tráfico en las zonas donde vivían los sujetos.
De los participantes, 5,500 murieron antes del 2010. Es estudio muestra 20% menos muertes entre aquellos que hacían ejercicio comparado con aquellos que no, incluso aquellos que vivían en lugares más contaminados.
Es importante notar que estos resultados pertenecen a la población en Dinamarca y lugares con niveles de contaminación similares y no necesariamente aplican en ciudades con niveles de contaminación considerablemente más altos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.