Al menos de que te los tuerzas o lastimes, es muy probable que no pienses mucho en tus tobillos. Esto es normal ya que funcionan gran parte del tiempo en piloto automático mientras caminas a lo largo del día y su rango de movimiento es mucho menos que otras articulaciones.

Pero hay una razón por la que los atletas le dan mucha importancia de la movilidad de los tobillos en sus planes de entrenamiento.

Tienen un papel esencial como las articulaciones que unen tus pies con el resto del tu cuerpo, así que hasta una limitación pequeña de su rango de movimiento puede impactar no sólo tu postura y balance, sino tu desempeño atlético.

Cada uno de tus tobillos produce seis diferentes tipos de movimiento, pero los dos más importantes son la flexión plantar (apuntar el pie lejos del cuerpo) y la dorsiflexión (apuntar el pie hacia el cuerpo).

Al menos de que te dediques a nadar, la dorsiflexión es tu preocupación principal aunque cuente como menos de la mitad del rango de movimiento completo del tobillo.

Con tan sólo unos grados corto de su función óptimo puede resultar en no poder hacer sentadillas tan bajas, correr tan rápido, saltar muy alto o moverte con el mismo poder y dinamismo en deportes desde rugby y el fútbol hasta el basquetbol y el voleibol.

Algo que sugerimos que hagas es pasar unos 10 mins dos o tres veces a la semana trabajando en la movilidad de tus tobillos, particularmente la dorsiflexión, con un rodillo de espuma, estiramientos y ejercicios de mobilización.

Tomarte el tiempo para enfocarte en la movilidad no sólo mejorará tu desempeño, tanto dentro como fuera el gimnasio, pero también reducirá tu riesgo en general de lesionarte.

Mientras tus tobillos tengan todo su rango de movimiento, otras articulaciones no tienen que compensar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.