El paso más difícil siempre es el primero. Todos somos principiantes en algún punto de nuestras vidas y si has estado pensando en empezar a practicar yoga, aquí nosotros te podemos ayudar con unas posturas excelentes para empezar con esta nueva práctica para ti:
Pinza
Estira la corva, pantorrillas y caderas, fortalece las piernas y las rodillas y libera tensión alrededor del cuello y los hombros.
Esta postura es perfecta si no eres tan flexible. Empiezas con los pies al ancho de tu cadera y lentamente dóblate hacia adelante, llevando el pecho a los muslos. Puedes doblar las rodillas si necesitas, lo cual recomendamos si apenas estás empezando.
Deja que la gravedad te jale hacia abajo para liberar la tensión y mantén por unas 5 a 10 respiraciones. Regresa a la posición de pie con la espalda redonda, vertebra por vertebra, hasta que tu cabeza sea lo último que suba.
Corredor alto
Estira las caderas y hombros, fortalece los muslos y el core.
Esta es una buena forma de fortalecer el cuerpo inferior, fortaleciendo los cuádriceps y alrededor de las rodillas, ayudándote a conseguir más estabilidad.
Empieza en posición de media pinza, pon un pie entre las manos y levanta tu cuerpo con la rodilla de adelante doblada y la de atrás que no toque el piso. Levanta los brazos como si quisieras tocar el techo manteniendo la cadera cuadrada hacia delante.
Guerrero 2
Estira la cadera, pecho y hombros.
Esta postura te ayuda a aumentar tu fuerza, resistencia y concentración.
Voltea hacia un lado y separa los pies tan ancho como puedas. Voltea un pie hacia delante y dobla esa rodilla a 90 grados. El pie de atrás deberías de estar en un ángulo de 45 grados y alineado con el pie de adelante.
Ahora extiende los brazos hacia los lados y mantén los hombros alineados con la cadera.
Perro mirando abajo
Estira los pies, pantorrillas, corvas y hombros, fortalece brazos, hombros y core.
Una posición icónica del yoga que te hará sentir muy bien.
Empieza en posición de media pinza y pon los pies atrás, uno a la vez hasta que quedes en una plancha alta. Respira una vez aquí y al exhalar lleva tus caderas hacia arriba, formando una V al revés con el cuerpo.
Puedes doblar un poco las rodillas y los talones no tienen que tocar el piso. Trata de empujar el pecho hacia los muslos para mantener la cadera elevada y el core activado. La idea es que sientas que se te estira la espalda.
Perro mirando arriba
Estira la cadera, pecho, core y tobillos, fortalece cuádriceps y glúteos.
Otra posición buena para empezar, sirve para mejorar problemas de respiración que tengas durante el ejercicio o el estrés.
Acuéstate boca abajo con los brazos a tus costados. Pon las palmas a lado de tu pecho, asegurándote de que las muñecas están debajo de los codos. Trata de juntar los codos uno con el otro y activa los glúteos y las piernas.
De ahí levanta tu cuerpo con las palmas y el empeine de los pies siendo lo único que toca el piso. Saca el pecho, mantén el cuello neutro y estira los codos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.