Tienes un vaso de agua junto a la cama para asegurarte de que estás tomando suficiente agua. Esto es bueno, pero seamos sinceros: ese vaso lo tienes ahí por días, le tomas, tiras lo que sobra y lo rellenas. ¿Pero qué tan higiénico es esto?

Quizá alguna vez te habrás preocupado por crear un ambiente perfecto para gérmenes, ya que los microorganismos necesitan un ambiente húmedo para sobrevivir.

No sólo eso, sino que también los ingieres. ¿Así que este vaso de agua sólo te está preparando para enfermarte?

Claro, un vaso de agua sin lavar puede potencialmente ser una caja de patri. Cada sorbo que das, estás transfiriendo microbios de tu boca al vaso.

Si estás enfermo y contaminas el vaso con tus gérmenes y no se seca bien antes de volverse a usar, puede que tengan suficiente tiempo los microorganismos para multiplicarse suficiente como para volverte a enfermar.

La fuente de dónde recibes tu agua también puede hacer una gran diferencia. A diferencia del agua de la llave, el agua embotellado y de manantial no vienen con cloro agregado de antemano para detener la reproducción bacteriana.

Tu riesgo es mayor si compartes tu vaso con tu pareja. Todas esas bacterias, virus y parásitos intestinales pueden resultar en úlceras estomacales, vómito o diarrea. Mientras más gente usa el mismo vaso, más probable que alguien se enferme bebiendo de él.

Ahora, existe la posibilidad de que esto pase, ¿pero cuál es la probabilidad de que te enfermes por usar un vaso sin lavar? Lo más seguro es que nada, especialmente si eres el único usando el vaso.

Es importante entender que los patógenos, los organismos que te hacen enfermar, no aparecen de la nada. Tienen que ser introducidos por algo o alguien.

El hecho de que es un vaso de vidrio y no de plástico significa que no se degradará con el tiempo, lo cual crearía pequeñas grietas donde la bacteria podría acumularse. Además, es más probable que vidrio se seque completamente, algo que es excelente para detener la reproducción bacteriana.

Además, si usas agua de la llave, la mayoría de las plantas de tratamiento del agua usan cloro para eliminar contaminantes potencialmente peligrosos.

En conclusión, si procuras que eres la única persona usando el mismo vaso de agua y procuras que el agua siempre está limpio, es muy probable que no te vayas a enfermar por usar el mismo vaso una y otra vez.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.