Mucha gente cree que si no te duele hacer ejercicio, no lo estás haciendo bien. Pero muchos se toman esta expresión de manera demasiado literal. Así que no es ninguna sorpresa que mucha gente tenga lesiones por hacer ejercicio.
Es cierto que sentir algo de dolor después del ejercicio es bueno, pero nada debería dolerte mientras estás haciendo ejercicio. Muchos dolores causados por el ejercicio pueden ser por ejercitar un músculo en exceso, así que es importante poder distinguir entre estos dolores. Hazle caso a estas señales la próxima vez que estés haciendo ejercicio para saber si continuar o parar para evitar hacerte daño más severo.
1. Tus músculos tiemblan
Si te tiemblan un poco, no hay de qué preocuparse, pero si tu brazo empieza a vibrar como loco o empieza a desmoronarse, es señal de que te está fallando el músculo. No sólo puedes lastimarte al tirar las pesas sobre tu pie, pero puedes hacerle daño a tu músculo.
2. Sientes un dolor agudo o radiante repentino
Si empiezas a sentir un dolor que se intensifica de manera gradual, es señal de que te estás esforzando mucho. Pero un dolor repentino e intenso es indicativo de que algo anda mal. No sigas porque esto puede resultar en una seria lesión.
3. Después de correr, tu pie o rodilla se ven un poco hinchados
Rojez, hinchamiento o dolores persistentes pueden ser por sobre-uso del músculo. Si lo sientes en las rodillas, toma las cosas con calma por unos días. Quizá debas pasar más tiempo calentando los músculos antes de salir a correr o algo así. Pero si el dolor persiste cada vez que sales a correr, quizá deberías de ver a un fisioterapeuta.
4. Hace 3 días hiciste ejercicio, pero aún te duele mucho
Es de esperarse un poco de dolor por el ejercicio, pero no deberías de sentir este dolor tras 2 días. Si aún sientes dolor, significa que te excediste de tus límites. Espera a que se recuperen tus músculos y que te deje de doler antes de volver al gimnasio.
5. Tu hombro, rodilla o cadera duelen cuando levantas pesas
Que algo te duela siempre que hagas cierto esfuerzo es señal de que algo anda mal. Si el dolor es agudo, quizá un especialista ortopédico sea buena idea. Si el dolor es ligero, deberías prepararte mejor para el ejercicio con calentamientos o levantar pesas más ligeras.
Publicado por Othón Vélez O’Brien